sábado, 8 de febrero de 2025

Mártires de El Despertar

 

Mártires de El Despertar

El 20 de enero de 1979 como parte de la campaña “Haga patria, mate un cura”, elementos de la Guardia Nacional y grupos paramilitares invadieron la casa de retiros de El Despertar ubicada en la colonia San Antonio Abad de la ciudad de San Salvador, donde asesinaron a 5 personas, entre ellos el padre Octavio Ortíz Luna.
Nacido el 22 de marzo de 1944 en el Cantón Agua Blanca de Cacaopera del departamento Morazán, Octavio Ortíz Luna fue ordenado como sacerdote por Mons. Oscar Arnulfo Romero el 9 de marzo de 1974 en la iglesia San Francisco de Mejicanos.
El padre Octavio Ortíz desempeñó su labor pastoral en la Comunidad Cristiana de Zacamil y San Francisco de Mejicanos y también organizando las comunidades eclesiales de base, encarnando la figura del cura obrero.

Los otros mártires de El Despertar son:
Jorge Gómez. De 22 años de edad. Estudiaba 2º año de Bachillerato académico en el Liceo Ruben Darío. Trabajaba como electricista en la Universidad de El Salvador.
Roberto Orellana. De 15 años. Estudiaba 8º grado por la noche, en el Instituto Nacional Francisco Menéndez INFRAMEN.
Ángel Morales. Tenía 22 años de edad y trabajaba como carpintero en San Salvador.
David Caballero. Estudiaba 8º grado en la Escuela Miranda de San Antonio Abad. Era su primer encuentro y tenia 15 años.

Las autoridades gubernamentales trataron de justificar la acción como resultado de un enfrentamiento armado, lo cual fue inmediatamente desmentido por testigos.
En memoria a los mártires de El Despertar, el cantautor Guillermo Cuéllar, compuso la canción Basta Ya. Interpretada junto con el grupo Yolocamba I Ta y publicada en 1985 en el álbum del mismo nombre. El tema también ha sido incluido en la recopilación del cancionero histórico de las comunidades eclesiales de base en el disco Los mejores ya partieron.
En el ataque se supo que las Fuerzas militares utilizaron un tanque el cual pasó por encima de la cabeza del sacerdote, desfigurándole completamente el rostro. Este hecho fue muy impactante y por eso mismo monseñor Romero denunció en unas de sus Homilías el asesinato del párroco «Un asesinato que nos habla de Resurrección» -dijo-.
Según el también sacerdote Pedro Declerq, la canción Señor ten piedad de la Misa Popular Salvadoreña, nos habla sobre el martirio de Octavio Ortíz.
Cada año, las comunidades eclesiales de base, conmemoran a los mártires de El Despertar como una forma de recuperación del espíritu transformador y una manera de alentar el compromiso con la verdad y la justicia.


 

viernes, 24 de enero de 2025

Eugenia. Para que no caiga la esperanza


Eugenia. Para que no caiga la esperanza

Ana María Castillo Rivas, “Eugenia”, nació en San Salvador el 7 de mayo de 1950. Inició estudios de Psicología en la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas”, UCA en 1970. Entre 1971 y 1973, milita en la Juventud de Estudiantes Católicos (JEC) y trabaja en Acción Católica Universitaria (ACUS).

En 1974, comienza a colaborar en la Federación Cristiana de Campesinos Salvadoreños (FECCAS) desde la cual aporta a la construcción de la alianza con la Unión de Trabajadores del Campo (UTC) en la cual se crea la Federación de Trabajadores del Campo (FTC). Esta experiencia práctica, aunada a estudios del marxismo-leninismo, le impulsan a incorporarse, en febrero de 1975, a las Fuerzas Populares de Liberación (FPL). Después de la masacre estudiantil del 30 de julio, participa en la toma de catedral metropolitana en agosto de ese año y en la creación del Bloque Popular Revolucionario (BPR).

Como militante de las FPL, Eugenia asume responsabilidades político militares, trabaja en la construcción del partido revolucionario del cual pensaba: «Sin un Partido de la clase obrera, vertebrado sobre los principios del marxismo-leninismo y estrechamente vinculado a las masas populares, jamás podremos garantizar el triunfo de la Revolución Popular y la construcción al Socialismo» (Carta escrita en julio de 1980).

El 17 de enero de 1981, a pocos días de iniciada la ofensiva general por el FMLN, en un retén sobre la carretera de San Martín a Suchitoto, Eugenia fue ametrallada junto a tres compañeros más, identificados como Ernesto, Mauricio y Luis.

Eugenia, al momento de su muerte, era miembro del Concejo Revolucionario de las FPL y formaba parte del Estado Mayor del Frente Central Felipe Peña de esa organización, que hacía parte Frente Central Modesto Ramírez del FMLN.

El músico argentino-costarricense escribió una canción llamada Eugenia, publicada en el álbum Eugenia: Para que no caiga la esperanza (Pentagrama, México, 1983). El disco Eugenia, también incluye las canciones Así y Era Necesario Que Ustedes Cayeran (con base en poemas escritos por Javier, compañero de vida de Ana María).

El tema Eugenia también se publicó en el álbum Abril en Managua (fonomusic, 1984). La novela testimonial «No me agarran viva: La mujer salvadoreña en la lucha», de Claribel Alegría y D.J. Flakoll (UCA, 1987). se inspira en la vida de Eugenia.

Eugenia representa un ejemplo de la participación de la mujer salvadoreña en la lucha revolucionaria, es la unión entre ideal y compromiso en la construcción de una sociedad nueva. Ejemplo que queda retratado en esas canciones que nos ayudan a mantener viva su memoria.