sábado, 22 de marzo de 2014

Expedición al Maru Chán

EXPEDICIÓN AL MARU CHÁN
(Sketch inesperado)

Voces del disparo oriundo centroamericano, vienen las heridas inesperadas traspasando los caminos, inyectando de sus voces el calendario (desfasados de promesas) catastróficos los días nos deparan.

Encuentro inoportuno de micrófonos silenciados, la rutina de sobrevivir a la risa obscura, pasaporte los poemas revelados a la noche de tragos y bienvenida. La casa silente como pasarela improvisada abrió sus quimeras.

Medianoche y las otras versiones de nosotros desfilan. Dionisio con su delantal de pus sonríe al faro temeroso de los ojos sorprendidos. Flashes inquietos melodiosos carcajean, atestiguando la sinceridad del sexo en pleno coloquio.

Trenzados los ojos y la caricia, de las hojas que dedican los cuerpos plenos. Ventiscas de memoria que se aguardan como fugaz esguince del antojo reprimido. Llegan permanentes los sucesos de una generación de sopas incandescentes.

Armados hasta la aurora de palabras. Bipolares de rostros somnolientos enervando canciones a la playa y sus demonios. Dipsómanos honestos que no saben revivir al tercer día. Conflictos los laureles del incomprendido. Mitómanos sueltos cuyas voces nos corrigen. Seductoras iracundas gimen las alboradas.

Resuellos encerrados de cabinas tremendas como cantinas. La ronda con canciones desafinadas fue una emboscada. El peligro de naufragar en el espectáculo fracasa. Otra dosis de vaivenes resolvió de penumbra indiscreta. El siguiente bar fue el escenario para seguir justificando la amistad perpetua.

Expedicionaria la silueta se ausenta.

La taxidermia literaria es una herida mal infundada.

2 comentarios:

  1. Al ver que mis amigos, los queridos, editan un libro es como si lo editara yo. Me alegra ver estas cosas.

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    1. Gracias Noé, vos tenés algo de culpa en ésta motivación por escribir

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