lunes, 4 de mayo de 2009

Ataque inesperado

¿Cómo sería la primera vez? se preguntaba mientras lavaba meticulosamente sus dientes y miraba sus patillas frente al espejo. ¿Será esta la primera vez? pensaba envuelto en una toalla que secaba sus pieles recién bañadas.
Es que Él en toda su vida nunca había besado a nadie con motivación erótica y creyó que esta tarde en su encuentro con Ella, podría por vez primera, intercambiar los flujos salivales que guardaba desde su pubertad.
Vistióse como si de un encuentro con el mesías se tratara; arreglóse como si asistiera a la ocasión mas especial de su vida, de esas que marcan un antes y un después, un momento entre la ficción y lo inolvidable. Así a paso lento se dirigió al punto de la cita. Puntual a la hora acordada.
Se sentó en una de las bancas, faltan algunos minutos para que llegue -se dijo a sí mismo- mientras su temperatura corporal comenzaba a subir y el sudor se dejaba ver a tavés de su frente. Imaginaba lo linda que Ella llegaría e improvisaba un discurso para el tan anhelado encuentro, las palabras adecuadas se le extraviaban y su cabeza comenzó a doler extremadamente fuerte.
El calor se le volvía mas insoportable. Deben ser los nervios. Y una repentina tos le atacaba hasta casi dejarlo sin respiración. Mientras mas cerca estaba el momento, los huesos comenzaron a hacerse sentir y un malestar generalizado invadió su organismo. La respiración se volvía mas dificultosa y su piel se quemaba no de exitación sino de una inusitada elevación del calor.
Ella llegó como un milagro solicitado. Vio a Él sentado en la banca como si de un moribundo se tratara. Se acercó e intentó darle un beso. Él cayó de bruses en el suelo y no se incorporó jamás.
El reporte forense diagnosticó Gripe A H1N1.
Ella sabía que Él simplemente estaba enamorado.

1 comentario:

  1. HAY SENIOR USTED SIEMPRE SORPRENDIENDONOS CON SU GENIALIDAD. GRACIAS ERIC POR SEGUIR PUBLICANDO

    ResponderEliminar