RITUALES DE DESPEDIDA
Las medidas adoptadas por la crisis del Covid-19, han obligado a que nos adaptemos a nuevas modalidades de convivencia que afectan aspectos de nuestra vida cotidiana o la posibilidad de hacer rituales de acuerdo a nuestras costumbres y creencias.
Tal es el caso de las personas que han perdido a un ser querido y a quienes por las circunstancias actuales, no se pudo despedir según las tradiciones acostumbradas, como realizar velorios o acudir en familia al entierro; tampoco se ha podido llevar a cabo un adecuado proceso de despedida obligando a modificar los rituales que nos permiten transitar el duelo.
Es por ello que a continuación se comparten algunas ideas para realizar los rituales de despedida en tiempo en época de confinamiento.
Los rituales de despedida
De acuerdo a la psicóloga Belén Picado[1]: “los rituales de despedida, como los funerales, dan la oportunidad a la persona doliente de hacer más real la pérdida y también cumplen una función social al permitir compartir el dolor. Es como si la mente necesitara ver y participar de esta experiencia para marcar el inicio del duelo y no aferrarse a una fantasía de continuidad, a la sensación de que esa persona pueda volver en cualquier momento”.
En el texto elaborado por el Centro de Recursos en Salud Mental y Derechos Humanos[2] se expresa:
Los rituales de despedida son ceremonias que nos ayudan a decir adiós. Vivimos un tiempo en el que quizá se nos es imposible realizar los rituales acostumbrados para despedirnos de nuestros seres queridos y que nos ayudan a iniciar el duelo.
Hacer el duelo no es olvidar, no es dejar de amar, no es perder el contacto. Hacer el duelo es integrar y aprender a convivir con la ausencia, transformando el sufrimiento.
Podemos intentar poner el foco en aquello que está a nuestro alcance para atenuar este dolor. Los ritos alternativos y el uso de las redes sociales, el teléfono o las videollamadas para compartir, recibir afecto o crear lazos, son herramientas fundamentales en este momento. Así como hacerlas accesibles a personas no familiarizadas con estos canales, como pueden ser las personas mayores.
Hay que tomar en cuenta
Ese mismo texto nos sugiere que el duelo es un proceso y continúa aún cuando esto acabe. No podemos hacer duelo sin dolor. Es importante respetar nuestro proceso y el de quienes están alrededor. Y si lo necesitamos, expresar cómo nos sentimos.
Las emociones pueden ser muy intensas o estar contenidas. No hay una manera única ni correcta de enfrentar una vivencia tan compleja como esta.
Puede ser que haya enfado, ansiedad o culpa por no sentirnos tan tistes como debiéramos. Aceptar nuestros sentimientos y no juzgarnos es importante. Cada persona sentimos distinto ante una pérdida, no todas las personas sentimos tristeza e incluso al principio puede parecer que no nos afecte.
Aliviar el dolor es expresarlo y darle salida a través de las palabras, la expresión o las sensaciones físicas: llanto, rabia, gritar. Llorar puede aliviar y hablar puede ayudar a sentir menos angustia.
Cuidarnos, aunque no haya ganas de hacerlo. A través de actividades gratificantes y que nos otorguen bienestar, mantener rutinas, reducir el aislamiento y continuar con medidas básicas de autocuidado.
Se recomienda
Reconocer y recordar el legado de la persona ausente, lo que ésta ha dejado en cada doliente. Despedirla agradeciéndole su paso por nuestras vidas.
Incluir, si los hubiese, a niños/as en estos ritos. También están viviendo la pérdida muy intensamente, y participar les ayudará y nos va a ayudar.
Rituales de despedida
ü Expresión, a través de escritura, pintura, foto o música para: decir lo que queremos a la persona ausente. Representar a la persona y tenerla presente. Expresar todas las emociones que estamos exprimentando.
ü Cartas no enviadas. Escribir una carta de despedida, dirigida a la persona ausente y leerla en voz alta.
ü Cuaderno de la ausencia. Llevar un cuaderno o libreta personal en la que vamos documentando nuestro proceso de duelo y en el que también vamos recopilando fotos, recuerdos, emociones…
ü Crear un grupo de whatsapp entre las personas que la conocían para compartir la despedida, recordarla y servir de apoyo.
ü Compartir rituales con la familia. En unidades convivenciales, buscar una iniciativa juntas que consuele y sea ceremonial (danza, oración, comida, cantos, círculos de palabra), que permitan conectar, expresar y compartir. Si no viven juntos buscar la conexión online. También puede ayudar planear un encuentro presencial cuando todo esto acabe.
ü Espacios de recuerdo. Coloca objetos, en una mesita o estante, que recuerden a la persona (cartas, prendas...) Complétalo, si quieres, con velas, flores (naturales o de papel) o fotografías (solo si lo consideras necesario y te hace sentir bien). Prepara palabras de despedida, texto de una canción, poema, extracto de carta u oración de algún libro sagrado (si eres creyente). Este espacio puede ser puntual o mantenerlo, para usarlo cuando lo necesites.
Y recuerda que aunque estas pautas pueden ayudar a transitar el proceso de duelo, a veces es necesaria la ayuda profesional, en ese caso, sugiero buscar y contactar a estas personas para que puedan acompañar este proceso.
Referencias:
[1] Muerte por coronavirus: rituales simbólicos de despedida para facilitar el duelo. Disponible en https://belenpicadopsicologia.com/coronavirus-muerte-duelo/
[2] Centro de Recursos en Salud Mental y Derechos Humanos. Poder despedirnos. Rituales alternativos que pueden ayudarnos en el duelo en tiempo de confinamiento.
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