Vamos
patria a caminar, es un poema del escritor y revolucionario
guatemalteco Otto René Castillo (25
de abril de 1936-23
de marzo de 1967)
publicado en el libro «Vamos
patria a caminar»
en 1965.
Otto René inició su militancia desde muy joven en el Partido
Guatemalteco del Trabajo (el Partido Comunista de Guatemala). A
consecuencia del Golpe de Estado contra el gobierno de Jacobo Árbenz,
tuvo que exiliarse en El Salvador donde se integró al Partido
Comunista Salvadoreño (PCS). En la Universidad de El Salvador (UES)
junto con el también poeta comunista Roque Dalton, fundaron el
Círculo Literario Universitario.
El
compositor salvadoreño Luis Díaz-Hérodier, miembro fundador del
grupo Mahucutah, musicalizó este poema que,
en palabras del también músico y compositor Guilermo Cuéllar, se
ideó«bajo
un concepto de arreglo coral adaptado a una banda o grupo musical».
La canción, con las adaptaciones de Díaz-Hérodier, ha sido
interpretada por varias agrupaciónes como por ejemplo la BandaTepeuani o el grupo Anastasio Aquino. Un primer registro se encuentra
en la película de 1984 «Un
canto por la paz»
realizada
por el Instituto Cinematográfico El Salvador Revolucionario (ICSR)*.
Banda Tepeuani
La
Banda Tepeuani grabó este tema en 1985 en los estudios de Radio
Progreso en La Habana, Cuba, con el acompañamiento de la Orquesta de
Cuerdas del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT).
Época en que grabaron otras canciones para el álbum «Todos
queremos la paz»
aunque Vamos
patria
no fue incluído en el disco -desconozco los motivos de ello-.
Para
1985, la Banda Tepeuani estaba formada por: Eugenio Andrade (piano,
guitarra, voces, arreglos musicales), Godofredo Echeverría
(teclados, voces, percusiones), Guillermo Cuéllar (voz, guitarra,
percusiones), Rigoberto Osorio (bajo eléctrico, voces), Erick
Trabanino (flauta, voces) y Francisco Astacio (guitarra, violín,
voces, percusiones).
El
otro registro es el del grupo Anastasio Aquino (en ese momento era un
dúo formado Ana María Leddy y Karen Granadino) que fue grabado
en una presentación en la ciudad de Montreal de la provincia de
Quebec, Canadá.
Comparto un vídeo homenaje que hice con el audio de la Banda Tepeuani:
Y el vídeo con el audio del grupo Anastasio Aquino:
*El
Instituto Cinematográfico de El Salvador Revolucionario (ICSR) se
formó en 1980 produciendo el primer documental de largometraje
salvadoreño: «El
Salvador: El Pueblo Vencerá».
Fue la expresión de las Fuerzas Populares de Liberación (FPL) de
crear un instituto cinematográfico.
Imagen parcial del mural "A la lucha estudiantil" elaborado por Netómar.
“Al
estudiante universitario”: el mural como lugar de la memoria y el
acontecimiento olvidado que lo inspiró
Por:
Erick Tomasino.
El
29 de junio de 2023 se cumplieron 30 años de la destitución del
entonces decano de la Facultad Multidisciplinaria de Occidente de la
Universidad de El Salvador (FMO-UES), un hecho histórico que marcó
un punto de inflexión en la comunidad universitaria del occidente
salvadoreño. Aquello
quedaría registrado en un mural ubicado en la pared exterior del
aula siete, conocida
también como Aula de Dibujo.
Los
murales además de su vistosidad y
de
acuerdo a su propósito pueden considerarse como lugares de la
memoria, como registro de sucesos o figuras significativas
merecedoras de recordar; sin embargo ese lugar de memoria no
significa conciencia de lo que ese registro nos quiere contar. Por
lo que es importante complementar con registros escritos sobre los
motivos y circunstancias que llevaron a la elaboración de ellos.
Es
por eso
que con este texto me propongo hacer una breve descripción de lo que
sucedió el 29 de junio de 1993 que llevó a la realización del
mural dedicado al estudiante universitario y conceptualizar los
murales como lugar de memoria.
29
de junio de 1993
Para
contextualizar el evento referido hay que tomar en cuenta los cambios
previos tanto a nivel de país como de la propia Universidad. En
primer lugar recordemos que hacía poco más de un año, el 16 de
enero de 1992, se habían firmado los Acuerdos de Paz entre el
Gobierno de El Salvador (GOES) y el Frente Farabundo Martí para la
Liberación Nacional (FMLN), lo que significó cambios en la
institucionalidad salvadoreña a todo nivel.
En
el plano universitario, debidoalincrementodelademandaestudiantil,alasdiversasdificultadesqueocasionabael
traslado a la UnidadCentral
desde
Santa Ana
y obedeciendo a los cambios estructurales dela
Universidad, en el cual se contemplaba
la descentralización y descongestionamiento de laAdministraciónAcadémicaCentral,elConsejoSuperiorUniversitariomedianteelAcuerdo
número 39-91-95-IX tomado en sesión ordinaria celebrada el día 4
de junio de1992,apruebaelcambiodeCentroUniversitariodeOccidente
(CUO) porFacultadMultidisciplinaria
de Occidente (FMO), estableciendo en dicho Acuerdo, un periodotransitorio
de un año para la reestructuración organizacional de la Facultad.
Este acuerdoproporcionóalaFacultadcierta
autonomíaencuantoaloacadémicoy
docente.
Respecto
a la organización estudiantil, el cambio en la normativa también
devino en cambios en la organización estudiantilalpasarla
Sociedad de Estudiantes del Centro Universitario de Occidente (SECUO)allamarse
Asociación General de Estudiantes de la Facultad Multidisciplinaria
de Occidente
(AGEFMO),
cambio
que se dio
el 18 de junio de 1992, siendo desde
entonces la AGEFMO la
principal representación estudiantil.
Un
año y pocos días después del cambio administrativo, el 29 de junio
de 1993, el sector estudiantil de la FMO organizado en la AGEFMO,
junto a personal docente y administrativo destituyeron al entonces
decano por incumplir los acuerdos con los que había asumido el
cargo. Siendo una de las gestas más importantes de la lucha
estudiantil universitaria después de los Acuerdos de Paz firmados
apenas hacia un poco más de un año.
Luis
Parada, exdirigente estudiantil recuerda:
“Este
acontecimiento tuvo que ver con la traición de un decano que se
cambió en esa época para dirigir la Facultad,
terminó haciendo de las suyas ignorando todas las propuestas que se
habían hecho con sectores de la Facultad y haciendo su propia
voluntad y no lo que se había acordado con él”.
El
decano al que se refiere era el Licenciado Fuentes Rubio, docente y
abogado del departamento de Ciencias Jurídicas de la FMO.
Los
sucesos inician con
la toma de la facultad, días
antes, estudiantes
y algunos docentes y administrativos, planearon
las acciones que se realizarían en
una
reunión
de
asamblea de facultad que dirigiría Fuentes Rubio, el boicot a esa
asamblea se combinó con la toma de la facultad a la que se fueron
sumando todos los sectores universitarios.
Así
lo expresa el mismo Luis Parada:
“Entonces
empezaron los sectores a organizarse, a reorganizarse, y nos tomamos
toda la facultad, y cuando entró Fuentes
Rubio a
la facultad y convocó a una asamblea, llegamos los estudiantes en
puño a interrumpirle su asamblea y bajamos, como no se callaba,
ignorándonos, siguió con su discurso dirigiendo la reunión,
entonces un estudiante, Aldo Sánchez, tomó la decisión de
desconectarle los bafles para que ya no se oyera la voz de él,
entonces entramos y nos sentamos en la mesa que el estaba dirigiendo
y
tuvo que salir e irse de la facultad y ya no volvió. Desde ese
momento los estudiantes tomamos el control de la asamblea y tomamos
acuerdos. A tal grado que el ya no volvió, se convocaron elecciones
y se eligieron nuevas autoridades”.
Ese
hecho es lo que inspira el mural denominado “A la lucha estudiantil”, es importante
tomar en cuenta que varios miembros de la comunidad universitaria
organizada, tenían
fresca la experiencia de la organización popular durante el
conflicto armado salvadoreño,
la fuerza de aquella experiencia constituía un nivel de beligerancia
bastante respetable acerca de los asuntos universitarios. Para
ese entonces la
organización estudiantil tenía como base a miembros de la Juventud
Comunista, Proyección Estudiantil (influenciada
por las FPL) y Alternativa (influenciada por el ERP), es decir que la
base estudiantil de la Asociación que pertenecía a las sociedades
por carrera con fines académicos, también contaba con experiencia
en la militancia sociopolítica desde finales de la década del 80.
Para
inmortalizar aquel acontecimiento, el artista Mario Ernesto Martínez
«Netómar»,
pinto un mural al que denominó «A
la lucha estudiantil».Aquelmuralsería
el principal y casi único registro.
Ese mural constata el que quizá fue elprimer
gran triunfo de la organización estudiantil post acuerdos de paz,
hecho que para esa generación seconoció
como la «caída de Fuentes Rubio», el cual fue la acción de destitución y
expulsión
del decano después
deintensasjornadasdelucha
que culminaron el
29dejuliode1993.
Murales
como lugares de memoria
Por
los motivos y su contenido, el mural A la lucha estudiantil puede
considerarse como un lugar de memoria. Son
lugares de memoria aquellos “lugares de elaboración de memoria,
lugares simbólicos (banderas, himnos, símbolos de la patria o de la
comunidad) o bien lugares en concreto (monumentos conmemorativos,
museos y edificios patrimoniales).
El lugar de memoria se convierte en el portavoz de una memoria ya
existente. Es el lugar de manifestación de la voz del pasado, a
veces restituido, a veces retenido.” (Michonneau, 1999:101). Estos
lugares de memoria buscan hacer visibles hechos o figuras
significativas del pasado (Piper, 2003). En este sentido, un mural no
sirve sólo para “embellecer” o adornar un espacio sino
que nos ayuda a recordar situaciones que merecen recordarse.
Si
bien existen diversas formas de memoria y muchas de ellas producidas
en la Universidad, como textos escritos, audiovisuales, imágenes,
monumentos... son los murales los que más afines son al sector
estudiantil al ser estas -al menos como yo las recuerdo- las formas
“no oficiales” o “no institucionales” de hacer memoria desde
el estudiantado organizado, precisamente por el uso del espacio
público y
su accesibilidad
-cualquier pared puede
albergar un mural o una pintada-
y su registro es mayormente consultado si
se compara al
de un discurso o una actividad conmemorativa. Son
accesibles por estar ubicados en espacios abiertos.
En
cuanto al contenido, los
murales suelen
expresar acontecimientos de importancia nacional-popular como por
ejemplo el
levantamiento indígena encabezado por Anastasio Aquino en 1833, la
matanza de 1932, las diferentes ocupaciones militares al Alma Mater
(1972, 1980, 1989), el conflicto armado de la década del 80 u
homenajes a figuras de trascendencia (dirigentes de la izquierda
latinoamericana, ex-rectores, miembros de la comunidad universitaria
asesinados o desaparecidos). Siendo
el mural referido, el único que refleja una experiencia realizada
exclusivamente en la Facultad Multidisciplinaria de Occidente. Sea
como sea, los murales son el producto de procesos de memoria
colectiva
Los
corridos y la memoria como relato
Pero
el mural «A la lucha estudiantil»
no sería el único producto de los acontecimientos del 29 de junio,
hay uno menos conocido: En
el contexto de aquella lucha, se compuso
un corrido que
narra lo sucedido;
un docente, identificado
como el
ingeniero Uzquiano (ya fallecido) adaptó el corrido de Juan
Carrasqueado. El corrido original fue escrito por Víctor Cordero
Aurrecoechea y popularizado por intérpretes de la talla de Jorge
Negrete o Antonio Aguilar. Sobre la base musical de este tema el Ing.
Uzquiano adaptaría la letra:
«Voy
a contarles un corrido muy mentado
de
un licenciado que mandó en la Facultad
que
por opresor, verticalista y por topado
los
estudiantes lo tuvieron que sacar.
Se
organizaron muchos grupos solidarios,
el
administrativo no se quedó atrás
y
el licenciado cabizbajo y rechazado
no
tuvo de otra que irse de la Facultad...»
Consciente
o no de esta particularidad del corrido, la adaptación que el
Ingeniero Uzquiano hiciera de la canción «Juan
Charrasqueado»
sobre la expulsión del Decano, y cuya versión fuera bautizada de
forma jocosa como «La
corrida de Fuentes Rubio»es
también un registro de memoria. Una parte de esta adaptación se
puedeen
la
grabación que Luis Parada hizo
https://www.youtube.com/watch?v=L9jjvqqNhHU
Los
corridos son un género de música originado
en
México a principios del siglo XIX y que se popularizaron durante la
Revolución Mexicana que se llevó a cabo entre 1910 a 1920. Se
caracterizan porque cuentan historias de personajes reales o
ficticios, narran acontecimientos de determinado período histórico
resultando como importantes documentos de los eventos que relatan. De
tal manera que «La
corrida de Fuentes Rubio»
es un registro sonoro importante -tal como suele ser el propósito de
cualquier corrido- que
debería ser recuperado.
Escribir
para no olvidar
Cada
mural tiene su historia, aunque el trasfondo de ellas suela
estar
en el olvido, es importante recuperarlas y registrarlas en otros
dispositivos. Por
su particularidad los
murales son susceptibles a ser borrados, tanto por las inclemencias
del tiempo, por
su
descuido, como también
por decisión de desaparecerlos en nombre del olvido o
por
la “modernización” en
los edificios, aun con promesas de “hacer otro más vergón”.
Asumiendo
esto es necesario su preservación y registro de su proceso de
elaboración.
Por
otra parte, siendo el mural un lugar de memoria y registro de un
hecho histórico que se va degradando con el tiempo, es
importante recuperar los testimonios sobre los hechos del 29 de junio
de 1993, así como otras luchas importantes de la comunidad
estudiantil organizada, contar con registros para que esas
experiencias para
que no
queden en el olvido y
en
el que las narrativas puedan trascender en el tiempo, recordando
el papel del estudiantado en la transformación social también en
los ámbitos inmediatos, pue:
«La
memoria tiene a la vez el potencial de fijación y subversión,
constituyendo, por tanto, un espacio privilegiado para entender los
procesos de disputa y construcción hegemónica de versiones del
pasado, las identidades en juego y los intentos de elaboración de
hechos violentos. Al mismo tiempo permite visualizar las condiciones
de una política del recuerdo, entendida como la articulación de
voluntades que genera condiciones de posibilidad para la construcción
de saberes, afectos e identidades sobre el pasado y que están
siempre abiertas a re-significación (Piper, 2009)». -Citado en
Piper (2003).
En
lo académico, sería interesante elaborar una
propuesta de
reconstrucción de memorias colectivas como
eje temático y
que poe ejemplo se pueda desarrollar desde
la sección de Psicología aplicable en asignaturas como Psicología
Social, Salud Mental Comunitaria o desde las Metodologías de la
Investigación.
Finalmente
hay que afirmar que la
construcción de lugares de memoria es necesaria, los
murales como tal
son susceptibles al abandono o
a ser ignorados, a desgastarse por
descuido o a su destrucción con
interés a olvidar del porqué se hicieron, por
lo que estos
deben
estar complementados
con otras formas del recuerdo.
Referencias:
Michonneau,
Stephane. (1999). Políticas de Memoria en Barcelona al final del
siglo XIX.
Parada,
Luis. Exdirigente estudiantil. Comunicación personal. 7 de julio de
2023.
Piper,
Isabel; Fernández-Droguett; Roberto, Íñiguez-Rueda, Lupicionioi.
(2013). Psicología social de la memoria: espacios y políticas del
recuerdo. Chile. Psycké.
Carlos Francisco Aragón Cabrera, nace el 19 de junio de 1951 en Retahuleu, Guatemala, aunque hijo de padres salvadoreños. Llegó a ser conocido en el mundo artístico como «Tamba», apodo que sus compañeros le pusieron debido a que en el colegio Externado San José donde se graduó de bachillerato, al momento de hacer ejercicio con las cuerdas en las clases de educación física, Carlos se movía al igual que el monito Tamba de la serie Jim de la Selva, muy popular a finales de los 60s.
En 1967 en el Externado, organizaría junto a otros compañeros el grupo The Blue Souls. Idea que le vino junto a su amigo Ricardo Archer después de que fueran a ver la película A hard days nights de The Beatles. Inspirados por aquella experiencia Ricardo Archer y Tamba, pidieron a Guillermo González Walsh quien tocaba la batería en otro grupo unir sus talentos para formar una nueva agrupación. Después se incorpora Manuel Martínez Daglio, Roberto Sol y Carlos Borja Letona, así se completa la alineación original de The Blue Souls. Otros miembros serán Patricio Casanova, Oscar Henríquez y José Luna. Este grupo se separa en 1969.
En 1970, Manuel Martínez Daglio, Carlos «Tamba» Aragón y Ricardo Archer confundan la "Banda del sol" a la que se incorporan Fernando Llort y Max Martínez. Con esta banda, Tamba graba la que se considera su obra magna, la canción "El Planeta de los Cerdos" (letra y música de su autoría) y también “El perdedor”; ambas canciones junto a Abriendo camino se publicaron en el disco UNIDAD, producido por el sello Pícaro en el año de 1971.
También en 1970, Tamba entraría a estudiar música en el Centro Nacional de Artes (CENAR), en ese centro llegó a convencer sus profesores Joe Koestner y Julián Kosicki para acompañar a la Banda del Sol en las grabaciones que estaban realizando (Koestner tocando el contrabajo en El planeta de los cerdos y Kosicki la flauta en Abriendo Caminos).
A mediados de los 70, en pleno auge de los movimientos populares, Tamba se incorpora al Bloque Popular Revolucionario con el cual llegó a realizar trabajo político y de organización; las condiciones de represión por parte del Estado salvadoreño contra la población lo motivan a participar en la guerra civil salvadoreña como combatiente de las Fuerzas Populares de Liberación «Farabundo Martí» (FPL).
Su nombre en la guerra popular salvadoreña será «Sebastián». Llega a participar en la Ofensiva General lanzada por el FMLN eel 10 de enero de 1981. Llegó a ser el primer jefe de las Fuerzas Especiales de las FPL en Chalatenango y jefe de las Unidades de Vanguardia (UV). Cabe mencionar que en medio de la guerra, dedicaba los momentos que tenía libres para escribir poesía. Se dice que dejó un cuaderno con sus escritos.
El 15 de septiembre de 1981, se realiza una operación de «propaganda armada» en la población de San Ignacio, Chalatenango, por parte del Pelotón numero uno de las Unidades de Vanguardia dirigidas por el Comandante Sebastián. Al regreso de aquella misión de camino a La Monañona fueron emboscados en una zona entre Izotalillo y el Cerro del Candelero jurisdicción de Dulce Nombre de María -camino a San Fernando, municipios del departamento de Chalatenango. Muere en combate el día 17 de septiembre de 1981.
Jorge Palencia «El Viejo», le dedicaría la canción Comandante Sebastián (publicada por EGREM, 1985). Carlos Francisco Aragón Cabrera «Tamba», será recordado como uno de los artistas más comprometidos del proceso de liberación popular salvadoreño de la generación de la década de los 70. Queda pendiente de recuperar el resto de su obra.
A continuación comparto la historia de la banda The Blue Souls, una banda salvadoreña de rock de finales de los 60. Esta información la encontré en la página de facebook: Proyecto Artístico de El Salvador
De
izquierda a derecha: Carlos "Tamba" Aragón, Carlos Borja Letona, Ricardo Archer, Roberto
Sol, Manuel Martínez Daglio y Guillermo González Walsh
Esta Banda de buenos músicos fue lo que después conocimos como la célebre: "Banda del sol". Ellos captaron en su música, en esa época, el movimiento hippie del momento y de la situación del conflicto de Vietnam (Con "Banda del sol"). "The Blue Souls" (1967-1969) se mantuvo por unos 3 años de Rock'n Roll.
Todo inició a la salida de la función de las 3:30 de la tarde en el recordado "Cine Apolo" de San Salvador. Después que unos jóvenes inquietos salvadoreños fueron a ver la película "A Hard days nights" de The Beatles, Ricardo Archer y Carlos (Tamba) Aragón que en ese tiempo eran compañeros en el mismo grado, en el colegio "Externado de San José". Ellos se sentaron a platicar mientras esperaban a que los llegarán a traer sus padres para llevarlos a sus respectivos hogares después de la función. Mientras tanto se identificaron por el amor que ellos le tenían a Rock'n Roll que se vivía en el momento con la invasión "Británica" y después con la americana.
Desde esa platica que tuvieron y por un espectáculo que tuvo lugar en el colegio Externado de San José, Ricardo Archer y Carlos (Tamba) Aragón, vieron que otro compañero de ellos se presentó tocando la batería con una agrupación musical, él era Guillermo González Walsh, quien tenía una batería "Ludwig" azul que era el mismo modelo de la batería que tocaba en ese tiempo el gran Ringo Star, les vino la idea de unir sus talentos.... Para ese entonces Ricardo Archer tenía un bajo "Baldwin" inglés y un "Fender" bassman. Carlos (Tamba) Aragón contribuyó con un amplificador "Baldwin" también inglés y un micrófono "Shure". Platicaron con Guillermo González Walsh (batería), que inmediatamente les dijo que podían ensayar en su casa, y así entre los tres compraron una guitarra "Vox" modelo clásica - roja, como la "Gretch" que utilizaba en ese tiempo George Harrison de "The Beatles". Comenzaron los ensayos y en otro espectáculo que tuvo lugar en el colegio,vieron como Manuel Martínez Daglio, que también era su compañero, tocó el piano muy bien en ese evento. Se observaron entre los tres compañeros y cuando Manuel concluyó con su presentación lo fueron a esperar a la salida para invitarlo a ser parte del grupo musical que aún no tenía nombre.
Al inicio Manuel tocaba el piano, pero era un piano de pared, demasiado pesado para cargar. Decidieron comprar un órgano "Baldwin", todo ese equipo fue comprado en el recordado almacén "Kismet" de Doña Maria Boet. Por ese tiempo notaron que necesitaban un guitarrista líder y Guillermo sabía que Roberto Sol, otro compañero de curso en el "Externado" tocaba muy bien la guitarra, por supuesto, fue invitado y acepto unirseles. Llegó al siguiente ensayo con un "Fender" twin reverb, pedales y otra guitarra "Vox" y se armó la Banda que tras una lluvia de ideas, fue bautizada como "The Blue Souls".
Amenizaban fiestas, turnos, graduaciones y en una ocasión hasta le abrieron el show a "Los Yaki" de México en el "Gimnasio Nacional" ya que "The Blue Souls" tenía un sonido entre el rock "Británico y norteamericano" y muy bien logrado. Les gustaba improvisar, hacer suya la canción, iban más allá de solo hacer un "Cover" de un tema del momento...estos eran los grandes momentos de la agrupación.
Hicieron presentaciones en los canales 4 y 6 de la TV salvadoreña,y con su música fueron parte estelar de los concursos de "Miss go-go" que eran unos concursos de bailes en la cual las parejas eran identificadas con un número de participación y hacían sus coreografías, mientras el grupo musical tocaba. En el año de 1968 Carlos Borja que era otro compañero del colegio se les unió como guitarrista rítmico (2° guitarra),con otra guitarra "Vox" y para el acto de graduación del colegio la gran sorpresa fue que Eduardo Cader con su voz rasgada, entre "Joe Cocker y Jim Morrison" también sube al escenario como parte de "The Blue Souls", ahora con 7 integrantes y muy bien equipados... rajaron los cielos y fueron ovacionados por todos los presentes.
A principios de 1969 se desbandan y quedan únicamente Ricardo, Carlos, Manuel y Eduardo... Eran tiempos en el mundo de la era hippie... (aunque ellos abrieron un show de "Los Yaqui" se conoce que en 2 ocasiones que el grupo mexicano llegó a El Salvador, en ambas ocasiones tocaron con "Los Beats" en el cine central y en el Gimnasio nacional). Ricardo tenía amistad con Patricio Casanova, bateriista y fundador de la Banda tecleña "The Rippers" que también se había disuelto y Patricio se integra a ""The Blue Souls", como bateriista y con más equipo "Fender"... También se integra Oscar Henríquez como guitarra líder que también pertenecía a "The Rippers".
Un tiempo después Patricio se retira del país y en su lugar llega Chepe Luna, ex "Black Cats" a quien Manuel y Ricardo invitaron a unirse al grupo. "Los Black Cats" se habían disuelto y era el grupo donde cantaba Juan Ramón Crespo quien en ese entonces pertenecía ya a "Los Lovers". Vlady Chepe Luna toma control de la "Ludwig" que fuera de Guillermo y la Banda alcanza un nivel profesional superior con su buen ritmo y técnica en la batería.
Había una química musical elevada entre sus integrantes y todos los seguidores "The Blue Souls" sabían que entrada la noche en la fiesta la "Banda" iniciaría el ritual musical de improvisar hasta alcanzar la primera luz de la mañana. En ese tiempo eran la Banda oficial de la discoteca "El Hipopótamo" y los sábados era un viaje musical único de luces, flores, amor, paz y Rock'n Roll.
El bajista Mauricio Melara en esta ocasión como guitarrista líder y el tecladista Oscar Dada -ambos de "Los Intocables"- eran buenos amigos de "The Blue Souls" y en varias ocasiones se integraron a la Banda, les gustaba la libertad musical de "The Blue Souls" e inclusive hicieron conciertos de "Pura improvisación" (Jamming) de rock en el recordado "Dancing Downtown" con el sonido libre y característico de "The Blue Souls".
El grupo llega a su final en 1970 y Manuel Martínez Daglio, "Carlos (Tamba) Aragón y Ricardo Archer confundan la legendaria "Banda del sol". "The Blue Souls" nunca grabaron, pero quienes los escucharon saben lo que ellos representaron para las bases del rock creativo y original salvadoreño...
"Todos los ex" Blue Souls" podemos dar fe, que la amistad alcanzada, siendo parte de una "Banda" de rock no tiene igual...Quedamos como amigos para siempre"... ("Ricardo Archer").
Walter
Salvador Bautista era un músico oriundo de Quezaltepeque, adoptó como nombre artístico el de Walter Sabauti con el que sería conocido internacionalmente. Perteneció al grupo Los
Junior's de Santa Tecla con quienes cantaba canciones románticas y de corte juvenil a inicios de los años de los 70; al menos tres composiciones le son adjudicadas: Se que dirás adiós, Triste gorrión y Ya nada será igual.
El 30
de julio de 1975 participó en la marcha de estudiantes universitarios que fue reprimida por el
ejército. Aquello cambiaría su manera de concebir la vida y también el contenido de sus composiciones, muestra de ello es que a raíz de su experiencia, de lo que había visto durante la masacre estudiantil, decidió componer una canción como
testimonio de aquel terrible suceso conocida como 30 de julio.
Aunque representó a El Salvador en
el Festival de la OTI en 1976 con el tema "Tú que no mueres en la muerte", y de grabar el tema "En casa" de Paco Martín, publicado en el disco "Éxitos musicales" (DICESA, 1976) Walter decidió exiliarse en España donde
desarrolló su carrera musical.
Otros temas de su autoría son la canción Linda Chiquilla interpretada por Bacchelli y Vientos de infancia, canción que se la compartiría al trovador guatemalteco Fernando López previo a que viajara a Cuba representando a Guatemala en el XI Festival Mundial de la Juventud y los estudiantes en 1978.
Pese a sus aportes, Walter Sabauti fallece en Cataluña siendo un músico prácticamente olvidado.
Regalo
para el niño. Poema de Oswaldo Escobar Velado musicalizado
Por: Erick Tomasino.
Regalo
para el niño es un poema del escritor salvadoreño Oswaldo Escobar
Velado (Santa Ana; 11 de septiembre de 1919 - San Salvador; 15 de
julio de 1961). Destacado
poeta, intelectual y luchador, Escobar
Velado fue
miembro
del «Grupo
de los Seis»
y
del «Grupo de Escritores Antifascistas»,
que lucharon
contra el dictador Maximiliano Hernández
Martínez.
El
poema Regalo para el niño, aparece en el libro «Patria
exacta y otros poemas»,
publicado en 1978. Se
le adjudica a Raúl López Castañeda la
musicalización de este poema, canción que
ha sido interpretada por diversas agrupaciones de
música popular de protesta desde inicios de los años 80 hasta
nuestros días, entre
las que se pueden mencionar:
La
versión realizada por Yolocamba I Ta. Publicada en el álbum «El
Salvador: su canto, su lucha, su victoria ¡Amaneciendo!»
(Managua, 1980); disco que también fue publicado por el sello Peñon
Records (Brooklyn, EEUU). La Banda Tepeuani la integra en el disco
«El
Salvador Libre»,
publicado por los sellos Polypoepka (Países Bajos) y Monitor Records
(EEUU). Güinama incluye su versión en el álbum «Caminemos»,
producido en Costa Rica en el año de 1987; y de forma más reciente
Exceso de Equipaje hace lo propio incluyéndola en el disco
igualmente llamado «Regalo
para el niño».
Sea
cual sea su versión, no cabe duda que Regalo para el niño, ese
hermoso poema hecho canción, es uno de los temas que expresan
preocupación y compromiso por la construcción de un mundo más
humano y vivible.
Regalo
para el niño -Oswaldo Escobar Velado
Te regalo una paz iluminada. Un racimo de paz y de gorriones. Una Holanda de mieses aromada. Y Californias de melocotones.
Un Asia sin Corea ensangrentada. Una Corea en flor, otra en botones. Una América en frutos sazonada. Y un mundo azúcar de melones,
Te regalo la paz y su flor pura. Te regalo un clavel meditabundo para tu blanca mano de criatura.
Y en tu sueño que tiembla estremecido hoy te dejo la paz sobre tu mundo de niño, por la muerte sorprendido.
A continuación comparto un vídeo con fragmentos de las versiones musicales arriba mencionadas.