domingo, 4 de diciembre de 2011

Apuntes de un viaje chapinesco

Me invitaron venir a Guatemala, para hacer un trabajo que me gustó por desafiante, por razones de confidencialidad no voy a hablar de ello; sino mas bien quiero compartir un poco la experiencia que he tenido en estos días, entre el frio y la paciencia que requiere tener en este lugar.
La primera sorpresa fue tener mi primera reunión en un lugar llamado Panajachel, a orillas del lago Atitlán. Es un sitio famoso por ser turístico e increíblemente yo nunca lo había visitado; quizá por mi prejuicio de creer que era un sitio lleno de turistas gastones. Pero no fue así, es decir si hay mucho tráfico de visitantes pero la majestuosidad del lago opaca cualquier molestia que puedan causar los coleccionistas de postales.
Por la noche, salimos con el grupo a tomar  algo. Nos angustiaba un poco la falta de dinero, por lo que apenas ajustamos para media cerveza cada uno. El sitio al que fuimos se llama PanaRock, debería andar mi cámara siempre, porque era un lugar simpático por los detalles que le adornaban. Por su nombre, es obvio que se escucha música rock, así que aproveche para pedir música de grupos chapines, y las canciones que me gustaban las anoté en una servilleta que luego desapareció de mis manos.
Aquí hay cierta cordialidad de parte de los chapines. Pues no se como estábamos siendo invitados a unas cervezas y posteriormente a tragos de tequila. Pero la reunión del siguiente día nos obligó a marcharnos al hotel, para poder levantarnos temprano y dar un paseo por el lago.
Así que temprano una buena caminada (en realidad el hotel esta cerca del lago) por un paseo empedrado que a esa hora estaba carente de ventas y visitantes. Luego la emoción del lugar nos obligo a pagar un paseo en lancha que también por nuestra falta de dinero tuvimos que optar por el paseo corto, que valió la pena y nos dejo con la gana de seguir disfrutando de las aguas del Atitlan.
De regreso a ciudad de Guatemala, me instale en un hotel de la zona 1, muy cerca del parque central. Que, suerte la mía, ahora presentaba una feria del libro que requiere de mucha paciencia para optar por algún libro de los miles de números que hay… de todos los que quería adquirir me quedé con dos, porque luego me fue difícil ubicar los demás que me habían atraído. Sobre todo por que están colocados de manera desordenada y no se puede ir directamente al área de interés del lector.
Ahí cerca, hay un paseo peatonal conocido como las sexta (es porque efectivamente esta ubicado sobre la sexta avenida de la zona 1. Es un sitio muy llamativo, pero que también es producto de los desalojos que ha hecho la municipalidad de las ventas del sector “informal” que ahí había y que han sido trasladados a otros puntos de la capital, para permitir la cosmetología de la ciudad capital, reservada a cadenas de restaurantes y almacenes transnacionales; aunque aun se conservan sitios de pequeños negocios que quien sabe cual será su suerte.
Caminando por esta calle peatonal, uno se encuentra con imágenes muy variadas, desde un Michael Jackson guatemalteco, pasando por un violinista que interpreta rock de los ochentas, hasta grupos de break dance, todos ellos mostrando sus habilidades por algunos quetzales…
Debería de llevar siempre mi cámara es la principal conclusión a la que h llegado hasta ahora. Quizá en Xela tenga mejor suerte…  

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