jueves, 30 de marzo de 2023

Escuela Político Pedagógica Campesina de la FUNPROCOOP – Red Alforja


 
La Escuela Político Pedagógica Campesina de la FUNPROCOOP – Red Alforja

Erick Tomasino.

Introducción

     El presente texto tiene la intención de compartir una breve descripción de la experiencia de la la Escuela Político Pedagógica Campesina, impulsada por la Fundación Promotora de Cooperativas (FUNPROCOOP) de El Salvador, entre los años 2006 a 2012.

     Este documento responde a una iniciativa de la Red Mesoamericana de Educación Popular Alforja (Red Alforja) en documentar y compartir experiencias de escuelas de formación política, con la intención de dialogar con otras propuestas similares impulsadas en la región que permitan construir aprendizajes y fortalecer prácticas socioeducativas.

     Para tal propósito, este recorrido ubica a la Funprocoop, organización miembra de la Red Alforja, como responsable del desarrollo de la Escuela, se define el enfoque metodológico que la sustenta, su fundamentación metodológica y los principales contenidos abordados; también se incluyen aspectos organizativos para, finalmente, compartir algunas reflexiones.

La Funporocoop

     Funprocoop es una organización fundada en 1967, orientada a contribuir a la construcción de una nueva cultura política, democrática, ética y humana en las organizaciones campesinas y populares, mediante la implementación de procesos de construcción de aprendizajes desde la educación popular.

Inspirada en el movimiento de la Teología de la Liberación de finales de la década de los 60 del siglo 20, la Funprocoop ha impulsando procesos socioeducativos con organizaciones cooperativas, campesinas, rurales, con dirigentes y educadores del movimiento popular de El Salvador y la región mesoamericana, con énfasis en la construcción de un proyecto de soberanía alimentaria y por la transformación de la sociedad.

Para fortalecer el eje formativo, en 1970 se construyó y se puso en funcionamiento la Granja Escuela de Capacitación Agropecuaria (GECA), ubicada en el municipio de Nueva Concepción, departamento de Chalatenango; lugar en el que se formaron muchos dirigentes campesinos que en aquella época de ebullición social y política conformarían organizaciones populares como la Unión Nacional de Trabajadores del Campo (UTC) o la Federación Cristiana de Campesinos Salvadoreños (FECCAS).

En ese contexto latinoamericano de profundas transformaciones, la Funprocoop se inscribe al movimiento de educación popular, por considerar que su concepción política y metodológica era la más adecuada para trabajar con sectores históricamente marginados, como es el caso del campesinado salvadoreño. La experiencia de Funprocoop le permitió incorporarse más adelante al Programa Coordinado de Educación Popular Alforja -actualmente Red Alforja- fundado en 1981, con quienes ha venido recreando un forma de comprender y aplicar la educación popular.

        Desde el año 2002, la Funprocoop, en el marco de esta Red, había asumido la responsabilidad de desarrollar la Escuela Subregional para una Educación Transformadora1 con participación de educadores y militantes del movimiento popular de El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y del sur de México. Posteriormente, en 2006, se decidió impulsar un proceso de formación que fuera dirigido principalmente a la formación política y pedagógica de las organizaciones campesinas y cooperativas, sujetos con los que históricamente la Funprocoop se vinculaba, es así que surge la Escuela Político Pedagógica Campesina.

Escuela Político Pedagógica Campesina

         Esta escuela se origina en 2006 como producto de un replanteamiento interno sobre quienes son los sujetos políticos a quien se orienta la formación política, con la Escuela Político Pedagógica Campesina se reafirma la apuesta de trabajo institucional dando prioridad a las organizaciones rurales y campesinas, abordando temas que estaban directamente vinculados a este sector, integrando la propuesta de la Soberanía Alimentaria aportada desde la Vía Campesina, de la cual la Funprocoop también es miembra.

         Como esta escuela seguía siendo impulsada por la Funprocoop en coordinación con otros centros de la Red Alforja -específicamente Serjus y Cencoph2- siguió siendo parte de la apuesta formativa regional de la Red como un sistema integrado y coordinado a nivel de Mesoamérica, manteniendo el carácter de “sub-regional” con la participación de organizaciones no solo de El Salvador, sino que también con organizaciones de Guatemala, Honduras y Nicaragua.

El objetivo de la Escuela era: “Aportar a la construcción de estrategias para implementar una agricultura de resistencia y luchar por un proyecto político que garantice la soberanía alimentaria y permita el acceso de campesinos y campesinas a un desarrollo sostenible y sustentable”, y como eje temático se planteaba: “La organización campesina y cooperativa. El papel del campesinado en los procesos de transformación social”.

Para el año siguiente, es decir en 2007, se establece una alianza con el Movimiento por la Vida y Equidad Campesina (MVEC), como refuerzo a la acción política de este y otros movimientos campesinos, particularmente vinculados a La Vía Campesina y organizaciones de trabajadoras y trabajadores rurales de Guatemala, Honduras, Nicaragua y El Salvador, algunas de ellas vinculadas a la Comisión de Soberanía Alimentaria de la Red Alforja3.

En 2008, debido a cambios internos en el área de educación, como Funprocoop se hizo una revisión de la experiencia educativa en los años anteriores, así como un análisis de la coyuntura regional para definir la apuesta para los próximos años, en específico se debatió sobre el aporte que desde la Escuela Campesina se podía realizar; para esta redefinición se contó con la participación de compañeros del CEPIS de Brasil y de educadoras populares de la comisión de Movimientos Sociales del CEAAL4-El Salvador, con quienes se determinó:

a) La Escuela debía tener su sede principal en la Granja Escuela de Capacitación Cooperativa y Agropecuaria GECA, en Chalatenango, porque ese espacio ofrecía las condiciones para el desarrollo de los módulos y daba una ‘identidad geográfica’.

b) Priorizar la participación de miembros de las organizaciones populares, más en específico de organizaciones y movimientos de trabajadores y trabajadoras en el ámbito rural; también la incorporación de educadores y educadoras que acompañaran procesos de base y miembros de organizaciones aliadas, de movimientos populares con presencia nacional y con vínculos o alianzas internacionales como la Vía Campesina, Redlar o el MOVIAC5.

c) Vincular el seguimiento de las personas participantes a las agendas de lucha social del movimiento popular, así como ofrecer acompañamiento a las organizaciones que así lo solicitasen, en específico aquellas organizaciones con las cuáles Funprocoop podría garantizar el acompañamiento en los territorios.

d) El proceso se organizara en cuatro módulos presenciales más una propuesta de seguimiento-acompañamiento, en específico con las escuelas locales del MVEC. Eventualmente se propuso un módulo especial sobre Sistematización de Experiencias.

f) Se decidió vincular a una o dos personas pertenecientes del MVEC al equipo de educación de la Escuela, para garantizar el seguimiento a las y los participantes locales con quienes se realizaban sesiones específicas entre módulo y módulo para el diseño metodológico de los talleres locales de formación política.

Proceso de implementación de la Escuela

         El proceso de formación se basó en la Concepción Metodológica Dialéctica (CMD), propuesta construida y reconstruida por Alforja como una manera de interpretar la realidad para transformarla de forma colectiva, descubriendo las contradicciones para superarlas en función de una estrategia hacia la construcción de un proyecto político popular, donde el enfoque político va siempre a la par del enfoque pedagógico. De ahí lo de escuela ‘política’ y también ‘pedagógica’.

         En tal sentido, la concepción de formación impulsada desde la Escuela, se basaba en una serie de principios y valores fundamentados en la educación liberadora, aquella que se da en el campo del conocimiento que contribuye a elevar el nivel de conciencia de la clase trabajadora para la transformación de la realidad.

         A nivel metodológico, el equipo de educación de Funprocoop, junto con la Coordinación Político Pedagógica, elaboraba la propuesta general de la Escuela Campesina. De esta propuesta, el equipo de educación diseñaba las guías metodológicas para cada módulo y la producción de materiales de apoyo, así como de garantizar la elaboración de las memorias por cada uno de los eventos. Para esta acción, a veces se contrataba a una persona dedicada exclusivamente al levantamiento y ordenamiento de la información, en otras ocasiones, era una tarea asignada a una comisión conformada por participantes de la Escuela.

         La Escuela se desarrollaba a lo largo del año distribuida en cuatro módulos de cuatro-cinco días cada uno con tareas/prácticas intertaller entre un módulo y otro y la organización de eventos específicos como la participación en foros o giras de intercambio. Como parte de los compromisos, las personas participantes y sus organizaciones debían contemplar el fortalecimiento de sus prácticas político organizativas (en términos de apuestas y estrategias), así como de sus prácticas pedagógico metodológicas (programas de formación, constitución de equipos o comisiones de educación).

En cada taller se buscaba la combinación de la teoría con la práctica, de identificar conceptos como categorías de análisis y procedimientos que las y los participantes tenían sobre sus prácticas transformadoras. Se daba importancia a la experiencia y a la práctica como principal fuente de conocimiento y como factor de comprobación y experimentación de la teoría.

En el desarrollo de cada uno de los talleres se buscaba elaborar un producto pedagógico, entendido como resultado de los aprendizajes que fueron intencionados y construidos colectivamente. El producto mínimo de cada taller era la memoria. Pero además se intencionó la elaboración de otros productos pedagógicos como técnicas, ejercicios, guías de discusión/reflexión, materiales didácticos y metodológicos para las y los participantes. En el año 2011, se decidió que además de las memorias de los eventos, había que aprovechar las construcciones colectivas que se recuperaban, de tal manera que como producto de cada módulo, se elaboraron unas cartillas dentro de la Serie “Escuela Campesina” con los siguientes contenidos: 1) Para hablar de economía; 2) Clase e identidad en la organización campesina; 3) Agricultura y lógica de acumulación capitalista y 4) Luchas campesinas en El Salvador.

Al final de cada taller se daban indicaciones para la realización de una tarea de práctica inter-taller. Al respecto, se enfatizó que estas tareas no se trataban de hacer “réplicas”, es decir, de copiar mecánicamente el taller en sí (hacer un ‘tallercito’ del ‘tallersote’), sino que las personas asumían responsabilidades de compartir e implementar lo aprendido en sus contextos de lucha cotidiana. Se establecieron algunos criterios como:

a) Las tareas debían estar referidas a la práctica política de la organización, de las condiciones específicas en las que se desarrollaba y de las situaciones de su grupo, organización y contexto territorial.

b) Tendrían que tener relación con el fortalecimiento de sus programas formativos, esto es, diseño de un proceso de formación -donde no lo había-, incorporación de alguno de los contenidos que tuvieran relación con sus prácticas organizativas, diseño y aplicación de una guía metodológica y también, elaboración de materiales como textos, canciones, poemas...

Para reforzar lo propuesto por la Escuela, en algunas ocasiones se invitó a desarrollar modalidades complementarias como giras de intercambio de experiencias entre territorios, participación en foros, seminarios y en otros procesos formativos desarrollados por las organizaciones participantes. Esto con la observación de que no fueran actividades aisladas ni mucho menos fueran retomadas como una tarea extra asumida de forma burocrática, sino que debían estar asociadas a la necesidad de la lucha de las organizaciones.

Aunado a lo anterior, el personal de Funprocoop debía garantizar el acompañamiento de las personas participantes en los territorios con el fin de que a futuro se pudieran crear las escuelas locales de formación en todas las micro regiones para contribuir a los procesos de -según su momento- la CNTC-Vía Campesina, movimiento cooperativo, MVEC, MONARES o del Frente Nacional Agropecuario-FNA6.

Contenidos de la Escuela Campesina

Cada uno de los módulos tenía un contenido específico y articulado con todo el proceso, aunque con variaciones en los diferentes años y de acuerdo a las especificidades de cada grupo, en general se distribuían de la siguiente manera:

Módulo I) Enfoques económicos en la agricultura. Este módulo iniciaba con la aplicación del Triple Autodiagnóstico Participativo como punto de partida, donde se ubicaban prácticas, concepciones y el contexto, identificando tensiones y contradicciones y modos de superarlas; explorando la lógica de acumulación capitalista en el campo, identificando los modelos de producción agrícola convencionales, el análisis de los megaproyectos de inversión, el impacto en el campesinado y los desafíos para las organizaciones del campo y la respuesta de estas frente a ese contexto.

Módulo II) Relaciones de poder, cultura e identidad en la organización campesina. Este módulo se centraba en las relaciones de poder, en específico las relaciones de género y el modelo patriarcal y cómo esto tiene implicaciones en la vida de las personas y en las organizaciones. También se abordaban las relaciones de clase desde la concepción y análisis de las organizaciones rurales y campesinas identificando la posición de clase del campesinado en la actualidad, ubicando los territorios como campos en disputa desde la lucha de clases; además de rescatar las formas organizativas solidarias que transforman relaciones de poder y construyen identidades campesinas inclusivas.

Módulo III) Modelos educativos y comunicación en el medio rural. Relacionado a los aportes desde la educación popular para los procesos de acompañamiento en el medio rural, en específico desde la experiencia de la Red Alforja. El proceso de construcción colectiva de aprendizajes con organizaciones rurales y campesinas; además de aportar a la construcción de propuestas formativas para las organizaciones. En este módulo se enfatizaba el componente pedagógico-metodológico para diseñar procesos socioeducativos desde las organizaciones participantes y la comunicación de los aprendizajes entre organizaciones aliadas o semejantes.

Módulo IV) Estrategias de lucha campesina para la Soberanía Alimentaria. Este último módulo tenía como propósito la definición de las apuestas de las organizaciones y su relación con un proyecto de soberanía alimentaria, así como la definición y abordaje de los componentes de una estrategia de los movimientos hacia la construcción de un proyecto político popular. Se recuperaban aprendizajes desde la historia de lucha de los movimientos campesinos en América Latina. En las últimas ediciones se pretendía aportar a la elaboración y/o fortalecimiento de las plataformas programáticas de las organizaciones.

Para mantener el carácter mesoamericano no sólo desde sus participantes, en momentos específicos se vinculó a miembros de la Comisión de Soberanía Alimentaria de la Red Alforja como parte del equipo de formación, es así que en algunos módulos se invitó a personas de los centros de Alforja que eran parte de esa comisión -o que se pretendía que la integraran- a facilitar algunos contenidos, tal fue el caso de educadores de Serjus y Asecsa de Guatemala, Odesar de Nicaragua y de organizaciones vinculadas a la Vía Campesina de Honduras7. Por otra parte, también se refirió a algunas personas que habían cursado la Escuela Campesina para que participaran en la Escuela Mesoamericana en Movimiento de la Red Alforja, experiencia que se realiza desde el año 2008.

Aspectos organizativos de la Escuela

A nivel organizativo, Funprocoop definió que la Escuela debía contar con un cuerpo de trabajo colectivo y coordinado entre si, distribuido de la siguiente manera:

Coordinación Político Pedagógica: Conformada por el equipo de educación de Funprocoop, la Dirección Ejecutiva y en algún momento por dirigentes del MVEC. Esta tenía a su cargo dar las orientaciones políticas de las escuelas, revisar el programa general y de los módulos, evaluar los avances y dificultades encontradas en cada jornada formativa, realizar un debate para profundizar el aporte de la escuela a los procesos de lucha de los movimientos. Además, era la encargada de aprobar las solicitudes de participación previo análisis del responsable de educación.

Equipo de educación: Conformada por educadores populares y eventualmente con participación de personas con especialidad en alguna temática. En algún momento se llegó a contar con militantes del MVEC como parte del equipo permanente de educación. Era responsable del diseño metodológico del curso y de cada módulo; realizaba investigación, ordenamiento de materiales de apoyo, elaboración de materiales didácticos. Realizaba también una evaluación participativa del proceso formativo, así como las memorias por cada taller y elaboraba los productos pedagógicos.

Equipo de seguimiento territorial: El equipo de seguimiento territorial era una propuesta en la que se proyectaba la participación del equipo técnico y de la Comisión Nacional de FUNPROCOOP destacado en cada microregión o en su momento por referentes del MVEC. Tenía a su cargo promover la Escuela en los territorios, apoyar en la selección de participantes de acuerdo a criterios y perfiles y apoyar en terreno a la aplicación de las prácticas intertaller.

A esta propuesta organizativa, se incluía en cada uno de los módulos la organización en comisiones de trabajo que, según el grupo y la experiencia misma, las personas participantes se distribuían operativamente en: comisión de animación, mística, ruta del taller (relatoría/memoria), logística y salud, noticias y diccionario.

Hay que mencionar también que para el funcionamiento de la Escuela, se contaba con un equipo de apoyo logístico destacado tanto en las oficinas de Funprocoop como en la GECA que comprendía a la Administración, Asistencia de Dirección, Recepción, Cocina, Abastecimiento, Comunicaciones y Transporte.

Finalmente hay que hacer referencia de que la lógica de la Escuela Campesina pretendía ser una escuela matriz con proyección nacional y regional de donde se derivaría, en el caso del MVEC, dos encuentros anuales con educadores/as del movimiento para la profundización pedagógica y metodológica, y la constitución de escuelas regionales donde el Movimiento tuviera presencia desde lo departamental hasta el nivel municipal. Y a nivel de la Funprocoop, para superar la dispersión entre varias escuelas, constituir el Programa de Formación Campesina Cooperativa integrada por la Escuela Campesina, Escuela de Agroecología y Escuela de Cooperativismo. Programa que a su vez estuviera integrada a la apuesta de la Escuela Mesoamericana en Movimiento de la Red Alforja.

La Escuela Político Pedagógica Campesina se realizó de forma ininterrumpida entre los años 2006 al 2012, después su funcionamiento tuvo varios inconvenientes que obligó a que cada año se fuera modificando de acuerdo a las condiciones institucionales y coyunturales, a veces con la reducción de la cantidad de módulos, a veces con la reducción de días presenciales para cada módulo o ambas. En el año 2020 se intentó reimpulsarla de manera autogestionada por la Comisión Nacional de Funprocoop, en la que cada organización interesada aportara recursos para el financiemiento, justo el año que entró la pandemia por Covid-19 que obstaculizó esta iniciativa. Aun con ello, Funprocoop continuó impulsando acciones socioeducativas acompañando en territorio a las organizaciones cooperativas y campesinas en cada región.

Reflexiones

Expuesto lo anterior, es tentador compartir algunas reflexiones a modo de aciertos desde la experiencia descrita:

a) Apostarle a un sujeto en específico con luchas y prácticas concretas. Por mucho tiempo, la propuesta formativa de Funprocoop era llamativa por su enfoque metodológico que animaba la participación de personal técnico de ONGs que quería aprender el uso de técnicas participativas como ‘metodología de educación popular’, que aunque bien intencionadas, descuidaba los aspectos políticos, por lo que apostarle a sujetos específicos, con prácticas y luchas concretas en coherencia al trabajo de Funprocoop, permitió que tanto los debates como las orientaciones políticas aportaran al fortalecimiento organizativo y formativo de quienes cursaban la Escuela.

b) Comprender que la escuela era un aporte al fortalecimiento de las organizaciones participantes desde una propuesta política y pedagógica en relación a sus prácticas organizativas y educativas, por lo que las tareas debían estar relacionadas a su accionar político concreto8, de tal manera que esta no se consideraran talleres ‘réplicas’ como se ha descrito anteriormente.

c) Ser una Escuela Campesina dirigida no sólo a personas cuya actividad principal fuera la producción agrícola, sino que vinculara a un sujeto más amplio concebido como de ‘trabajadores rurales’; esto es, personas que realizan sus actividades en contextos rurales que pueden ser estudiantes, maestros, maestras rurales, trabajadores de la salud, promotores comunitarios, dirigentes de organizaciones, por mencionar algunas, pero que fueran militantes de organizaciones con presencia en el ámbito rural u organizaciones aliadas a ellas.

d) Articulación de la Escuela Campesina junto con las Escuela de Cooperativismo y la Escuela Agroecológica en un Sistema de Formación de la Funprocoop, en el que la Escuela Campesina funcionara como una “escuela matriz” que proponía contenidos y metodologías aplicables a las otras escuelas, así como que fungiera como escuela nacional para el MVEC y que este sistema estuviera articulado a la apuesta estratégica de la Red Alforja en específico a la Escuela Mesoamericana y a la Comisión de Soberanía Alimentaria de la Red en torno a una apuesta común y estratégica desde un enfoque de educación popular liberadora.

San Salvador, El Salvador. 26 de marzo de 2023.

Referencias

Bickel, Ana. (2005). Escuela Sub-regional para una educación transformadora de la Coordinación Regional de Educación Popular Alforja. https://redalforja.org.gt/mediateca/2018/01/15/escuela-sub-regional-de-formacion-politico-pedagogica-para-una-educacion-transformadora-de-la-coordinacion-regional-de-educacion-popular-alforja/

Funprocoop. (2011). Cartillas de formación de la serie Escuela Campesina. (4 cartillas). Fundación Promotora de Cooperativas: San Salvador.

Cartilla 1: Para hablar de economía.

Cartilla 2: Clase e identidad campesina.

Cartilla 3: Agricultura y lógica de acumulación capitalista.

Cartilla 4: Luchas campesinas en El Salvador.

______. (varias fechas). Memorias de la Escuela Político Pedagógica Campesina. Fundación Promotora de Cooperativas: San Salvador.

Tomasino, Erick. (2012). Las tareas en los procesos de formación política. Red Alforja: San Salvador. https://drive.google.com/file/d/1JIcSEAfizcG6IZ0Gcebgqz7YOxuvmDQ7/view

Notas 

1Ver: Bickel, Ana. (2005).

2Serjus: Servicios Jurídicos y Sociales de Guatemala. Cencoph: Centro de Comunicación y Educación Popular de Honduras.

3También a la Comisión de acompañamiento territorial, vinculada a la lucha por la defensa de los ríos, las comunidades y el agua.

4Concejo de Educación Popular de América Latina y el Caribe.

5Redlar: Red Latinoamericana de Afectados por Represas. MOVIAC: Movimiento de víctimas y afectados por el Cambio Climático.

6CNTC: Consejo Nacional de Trabajadores del Campo. MONARES: Moviminento Nacional de Afectados por Represas de El Salvador. FNA: Frente Nacional Agropecuario.

7Asecsa: Asociación de Servicios Comunitarios de Salud. Odesar: Organización para el Desarrollo Económico y Social para el área Urbana y Rural.

8Aún cuando entendemos que la formación debe ser parte de la estrategia de la organización/movimiento, desde esta experiencia, muy raras veces se llegó a vincular el proceso formativo de la escuela con la apuesta estratégica de las organizaciones participantes.

miércoles, 8 de marzo de 2023

Cine salvadoreño dirigido por mujeres

La producción audiovisual en El Salvador ha crecido en los últimos años. Sin llegar ni por asomo a ser una industria, los esfuerzos para producir cine documental y de ficción nos presentan una diversidad de enfoques sobre la realidad salvadoreña, en este caso específico, comparto algunas producciones dirigidas por mujeres. Este breve listado se centra en aquellas que se pueden encontrar en plataformas para ver de forma gratuita:

30 de julio de 1975. La masacre (2008).

Guion y dirección: Roselia Núñez.

Testimonial que recopila el surgimiento de los movimientos estudiantiles en latinoamérica y El Salvador, así como la represión sufrida por el estudiantado de la época, en particular contra la marcha del 30/07/1975.


 

María en tierra de nadie (2011).


Guion y dirección: Marcela Zamora.

Documental que denuncia la situación de las inmigrantes centroamericanas que, en algunos casos, se exponen al secuestro, las violaciones, los atracos y, en el caso más extremo, la muerte. Estas aberraciones hacen que cruzar la frontera entre México y Estados Unidos se convierta en una completa odisea.


Paula (2011).

Guion y dirección: Brenda Vanegas.

Mariana tiene que decidir entre quitarse la vida o quitarle la vida a su violento compañero.

Vídeo en el enlace: https://vimeo.com/73831963?embedded=true&source=vimeo_logo&owner=10230293

Espejo Roto (2013).


Dirección: Marcela Zamora.

¿Cómo viven los hijos e hijas de uno de los países más violentos del mundo? El Documental “Espejo Roto”, entra en la vida de los niños salvadoreños para mostrar cómo crecen “detrás de los barrotes de su casa”. Se trata de niños que han visto morir a sus padres o los han visto partir hacia otro país y no volver jamás; niños que crecen en comunidades dominadas por pandillas.

 

Las Muchachas (2013).


Dirección: Marcela Zamora.

El Salvador las llama "las muchachas" y las trata a menudo como hace cuatro siglos a las africanas traídas a América para trabajar de esclavas: con distancia racial, con desprecio. Visten uniforme, tienen horario, tareas y salario de explotación, sufren humillación, acoso, violaciones. Así trabajan la mayoría de ellas en el siglo XXI. Rompen el silencio sumiso para contarnos sus historias.
Cualquier parecido con otras formas de violencia y abuso laboral no es mera coincidencia, es herencia cultural.

 



Los ofendidos (2016).


Guion y dirección: Marcela Zamora.

Durante la guerra civil salvadoreña, el padre de la directora y miles de personas más fueron capturadas y torturadas por el Estado. Estas son algunas de esas historias.

Vídeno en el enlace: https://www.arcoiris.tv/scheda/it/21357/

Ampersand “Los polos opuestos no se atraen” (2019).

 

Dirección: Helen Guzmán.

Theodoro Sol, un lustrador de zapatos que trabaja en la Plaza Morazán de El Salvador. La vida de este personaje cambia cuando conoce a una niña, quien tiene un mensaje especial para él.


 Hay muchísimas producciones más, que por el momento no se encuentran de forma gratuita, algunas a la fecha se están proyectando en salas de cine de El Salvador y otros países mientras que otras participan en festivales internacionales. Espero poder ir actualizando este listado.