jueves, 21 de noviembre de 2013

Pirata Cartonera, una alternativa ecológica a la hegemonía cultural

Por : Mª Cruz Tornay
Los momentos de crisis se convierten en oportunidades para que nazcan ideas creativas que con imaginación e ingenio consigan dar solución y respuesta alas circunstancias más difíciles. Hace una década, Argentina vivía una crisis económica que disparó las cifras de desempleo y el precio de los productos básicos en el país. En situaciones como esa, que hoy vuelven a sufrir millones de personas, la cultura se convirtió prácticamente en un lujo para la gran mayoría social que intentaba sobrevivir con los pocos recursos con los que contaba.
Aquella fue en Argentina una época de lucha y agitación en las calles, pero también fueron días solidaridad, aprendizaje e imaginación para lograr salir adelante haciendo las cosas de una manera diferente. Fue así, pensando en cómo sustituir el papel que tanto se había encarecido, como surgió la idea de elaborar libros artesanales con potadas de cartón. A partir de ahí empezó la andadura de la primera editorial cartonera, Eloísa Cartonera, que hoy en día cuenta con doscientos títulos publicados.
Diez años después de que naciera aquella ingeniosa idea, las editoriales cartoneras son un movimiento que se ha extendido por todo el mundo. Cada una de ellas con distintas identidades y filosofías, pero compartiendo un proceso de elaboración que permite la creación de libros únicos con el empleo de materiales que son inservibles a ojos de la sociedad.
Una de las editoriales que se unió a la idea de crear cultura a partir de materiales de la calle fue Pirata Cartonera, nacida en 2011 en la ciudad de Quezaltepeque, El Salvador. Jonathan Velásquez, uno de sus fundadores, recuerda cómo a raíz de conocer la técnica de libros cartoneros vio la oportunidad de dar a conocer la obra de artistas jóvenes y nóveles que quedaban al margen del circuito de las editoriales comerciales, pero también parafacilitar el acceso de la lectura a la población gracias al bajo coste de estos libros.
Desde entonces, Pirata Cartonera ha editado dieciséis libros de poetas de siete países, con varias traducciones al inglés. Los tres últimos cartoneros forman parte de la colección “Viajes”, elaborados al inicio del verano durante el recorrido que llevó a Jonathan desde El Salvador hasta Venezuela, país en el que reside actualmente y al que se trasladó con el objetivo de conocer el movimiento cultural en el resto de América Latina y de seguir potenciando la obra de poetas jóvenes salvadoreños.
Precisamente, uno de los proyectos en los que actualmente trabaja la editorial es en una antología de jóvenes poetas que aún no han sido publicados y con la que se pretende abrir espacios para la difusión de la obra de artistas nóveles. Aunque hasta el momento Pirata Cartonera se ha centrado en la edición de material poético, el interés por recuperar y divulgar la cultura salvadoreña ha conducido a la editorial a explorar otros géneros para la realización de sus próximos cartoneros: una obra de divulgación del náhuatl para niños y niñas, y una recopilación de mitos y leyendas salvadoreños, así como la próxima publicación de una antología de poesía joven titulada INVISIBLES, donde se recogen dieciocho voces de poetas jóvenes emergentes que no gozan de espacios editoriales en El Salvador, de igual forma una antología de nueve poetas españolas contemporáneas en conjunto con la poeta Daniela Camacho, que será presentada en España el próximo año bajo el título Animal Concreto.
La utilización de materiales de desecho recogidos en las comunidades convierte en cultura y da nueva vida a algo que hasta ese momento había dejado de ser útil para la sociedad. En esta nueva etapa, el objetivo de Pirata Cartonera es lograr que todos los elementos utilizados para la elaboración de los libros sean materiales reutilizados de las comunidades y procedentes de la naturaleza, como el uso de tinturas vegetales y de papel reciclado procesado por la misma editorial.
Con el fin de fomentar la lectura y facilitar el acceso a la cultura, esta editorial alternativa también imparte talleres de creación artístico-literaria en espacios literarios no convencionales y en comunidades, lo que implica un proceso de empoderamiento y autonomía en la publicación para sus miembros que, gracias a esta técnica, se convierten en editores sin necesidad de someterse al filtro y criterio de las editoriales comerciales.
La elaboración de libros a partir de materiales reciclados y reutilizados encontrados en el entornoes la clave para editar libros sin necesidad de realizar una gran inversión inicial. Por ello, la técnica del cartonerismo no sólo implica la elaboración de libros “arte-objeto” y el aprovechamiento de los recursos e integración en el entorno. Supone también un desafío y una alternativa a la hegemonía ideológica y al monopolio de las grandes editoriales que en definitiva deciden qué obras llegan a los escaparates de las librerías y, por tanto, la lectura a la que puede acceder el público, sobre todo en aquellos países en los que unas pocas distribuidoras monopolizan las ventas de libros y los best-seller son fabricados mediante técnicas de marketing.