miércoles, 22 de junio de 2011

Justo ayer te recordaba


Justo ayer te recordaba, eras tema de una mesa con los amigos y mas tarde eras la compañera silenciosa que tenía entre mis brazos. Solo que no te diste cuenta. 
No era nada grave, solo una nostalgia, que sí podría ser grave aunque no lleve tilde. El hecho es que fui yo quien te recordaba, si eso aun tiene significado.  Quería quedarme libre bajo tu abrigo aunque seria irónico buscar la libertad para quedarse encerrado.
Miraba tu rostro abandonado de fábula. Me preguntabas que tal me va y yo te respondí: Me va como al sol que se la pasa todo el tiempo solo. Eso si, las esperanzas no las pierdo, las guardo en lugares secretos, así cuando vengas te las muestro, como tus misterios que desnudo en la penumbra de tu ausencia.
El problema de recordarte es quedarme casto, pulcro, sereno. Que empiece a acostumbrarme a no saber de vos, que ya ni en mis delirios te nombre, que ni los domingos a la hora del café te suspire como quien sopla una taza solo que a la inversa.
Justo ayer te recordaba y quizá hoy mismo también esté recordándote, solo que no te enterás, pues no hemos aprendido a cruzarnos la melancolía.
Pero sabés que es lo que mas me preocupa; me he dado cuenta que estoy enamorado de mi, me la paso bien solo conmigo mismo, aunque cuando me desvisto de mi propio ser, me vea en una esquina llorando tu abandono.

1 comentario:

  1. Ana Paula Sampaio29 de junio de 2011, 5:46

    Gostaria que essa recordações fossem minhas e de nossos dias. Belo texto.

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