martes, 5 de mayo de 2015

El mural de Monseñor Romero en la UES Santa Ana

En la foto: Netómar, Erick Tomasino y persona no identificada.
Por: Erick Tomasino.

En el año 2002, El Salvador fue la sede de los juegos Centroamericanos y del Caribe. La Universidad de El Salvador (UES) -por iniciativa de la entonces Rectora María Isabel Rodríguez- se convirtió en el alojamiento de atletas de todos los países participantes (estructura que se conoce como villa deportiva). Esta decisión, como parte del proyecto de reconstrucción del Alma Mater, permitió que parte del presupuesto de los juegos se utilizara para la reconstrucción de las viejas instalaciones así como de la creación de nuevos edificios. Este proyecto abarcaría a todas las facultades incluida la Multidisciplinaria de Occidente (FMO).
Pasados los juegos la "modernización" llegaría a Santa Ana un par de años después. La remoción de edificios, la tala del histórico bosquecito para alojar lo que sería el edificio de usos múltiples, entre otros cambios, generó opiniones encontradas, sobre todo porque parecían cambios de forma y no del contenido de la casa estudios. 
Una de las estructuras que se vería renovada, sería el conocido como "Búnker", edificio de tres niveles exclusivamente de aulas (único en la FMO hasta ese entoncces). El búnker era un sitio histórico pues en sus pisos y sus paredes había huellas que denotaban que en algún momento la Universidad hizo parte del proceso revolucionario que vivió el país; uno de los elementos más simbólicos era un mural no acabado con la imagen de Monseñor Oscar Romero, del cual muchos veíamos desde las instalaciones de la Asociación General de Estudiantes de la FMO (AGEFMO) y que al regreso en el año 2004, fuimos testigos de como la nueva pintura lo había desaparecido.
Fue por iniciativa de los compañeros Alex Corea y Netómar, que se tomó la decisión de hacer valer el derecho de conservar los murales del facultad como patrimonio univeristario, es así que se llevó una petición a la Junta Directiva para que se realizara un nuevo mural, manteniendo la esencia del anterior, es decir que fuera siempre dedicado a la memoria de Mons. Romero.
No fue fácil, al inicio la Junta Directiva se negó, aduciendo que se incurriría en gastos, nosotros sabíamos que habían valoraciones ideológicas por encima de todo. Retomando eso, hicimos una gestión con el Sindicato de la Industria Eléctrica de El Salvador (SIES), en la seccional de Santa Ana, que en ese entonces estaba dirigida por Alfredo Peñate quien años después sería alcalde de la ciudad. Si no mal recuerdo, nos hicieron una donación de $300.00, lo que sirvió para alquilar un andamio y comprar los materiales, pues Netómar se encargó de elaborar el mural sin cobrar por su trabajo. 
Al tener el dinero y argumentar que la UES no incurriría en gastos, la JD despúés nos hizo saber que si queríamos que mejor mandáramos hacer un "banner" o una especie de rótulo desmontable para no dañar los edificios -no recuerdo bien la figura que usaron- fue así que hicimos una nueva petición en la cual se les ademas se les demandaría por daños al patrimonio universitario por haber sido ellos como JD los responsables de haber borrado el mural anterior. Luego de varias sesiones accedieron y por fin se pudo iniciar con la obra. Esa decisión costó tanto, que cuando nos entregaron la copia de la resolución -por fin favorable- pensamos hasta enmarcarla. (Esa copia ahora puede ser uno de los archivos que se venderían como papel usado junto con otros documentos de valor).
Así que en ese marzo de 2004, develábamos el mural que aín se encuentra -descuidado eso sí- en el edificio conocido como "Búnker". Del dinero que nos quedó, se dio un pequeño reconocimiento al grupo de proyección folklórica que nos acompañó, y entregamos diplomas de agradecimiento a Netómar por ser el autor y al SIES por la donación.
Valga mencionar que me tocó ser "maestro de ceremonia", éramos tan pocos en AGEFMO en ese entonces que no había de dónde más escoger.
Esa tarde después de la develación del mural, se nos acercaron varios compañeros pidiendo su incorporación a AGEFMO.



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