lunes, 15 de diciembre de 2014

POEMAS DESDE CENTROAMÉRICA: Fabricio Estrada

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Tengo la vista con más alta definición del lugar. Casi puedo atravesar el simulacro.
Casi podría señalar las grietas de lo invisible y bajar por ellas hasta encontrar la raíz tierna y jugosa y masticar, masticarla ceremoniosamente.

No soy alguien que se deje impresionar por los fragmentos. Jamás veo una ruina sin antes haber sentido el terremoto o la guerra que redujera su orgullo a la mínima expresión de la lástima.

Pues tengo la vista con más alta definición del lugar. Abarca unas cinco columnas vertebrales de ancho por tres aparatos digestivos de alto. Hay segundos en que cierro los ojos y al abrirlos han pasado todos los trenes de alta velocidad.

Todos,

y no he tenido la rapidez de elevar el pañuelo y decirles adiós.

Cada dos días hay menos pájaros en quién confiar. Han pasado semanas, así que sólo me queda leer sus vísceras, como buen augur, interpreto la forma de sus riñones y de sus detritos. Mascullo oraciones incomprensibles para un espíritu del siglo XXI.
En ellas, existen nada más lo mejores dioses, los más escépticos y enviciados con el video. Ellos se apiadan de mí y comparten sus archivos.

Nos quedamos viendo a David Lynch, toda la noche.

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No sé cuánto se practica para lograr esa cara de asco refinado.
Los android se broncean en algún tipo de zen minimalista que escapa a mis rastreos.
Hay un asco para cada cosa, para el cansancio de las dos, para el hartazgo del lunch, lo importante es hacer el mohíno y desplazarse rápido por los pasillos, sin mirar a los lados y con los nudillos del puño bien pegados a la costura del pantalón.

Unas veces se habla con total camaradería y otras veces se odia, con una intensidad láser que desconcierta. Estiro el cuello sobre el corral y puedo ver los puntitos rojos en la nuca del vecino. El jefe es un francotirador avezado, con su pulso inconmovible bien pudo disputarle un par de medallas a Vasili Záitsev. O sos el lobo o sos el nazi caído con los pantalones abajo.

El decorado cambia constantemente. Frío verde, pájaros que vienen, dan su charla en los cables y se van. No hay noticias y si las hubiera, se recibirían con el sentido de extrañeza que un astronauta percibe cuando, flotando en la estación espacial, ve la tierra y se pregunta ¿existe la muerte? ¿to be or not to be?

El asunto es que la mueca debe ser perfeccionada a diario, frente a todos, face off.
De lo contrario, se corre el riesgo de que los espejos revienten y que los teclados se conviertan en blancas piranhas tatuadas, alfabéticamente.

Bibliografía Fabricio Estrada

Sabanagrande, Francisco Morazán, Honduras, octubre, 1974

Libros publicados:

Sextos de Lluvia, 1998
Poemas contra el miedo, 2001
Solares, 2004
Imposible un Ángel (antología), 2005
Poemas de Onda Corta, 2009
Blancas Piranhas, 2011
Sur del mediodía, 2013

Antologías:

- Cien Años de Poesía Política en Honduras, Roberto Sosa, 2003.
- La Hora Siguiente, Poesía Emergente de Honduras, Salvador Madrid, 2006
- Las Rutas del Viento, antología luso-española, Alfredo Pérez Alencart, Madrid, España, 2005
- La Herida en el Sol, antología Poesía Centroamericana Contemporánea UNAM, México, 2008 Puertas Abiertas,
- Puertas Abiertas, Antología de Poesía Centroamericana, Sergio Ramírez-Fondo de Cultura Económica-México, 2011
- Cuerpo Plural, Poesía Hispanoamericana Contemporánea, Gustavo Guerrero - Instituto Cervantes de Madrid 2010
- Apresurada cicatriz, Instantáneas de poesía centroamericana, Ediciones Literal, México D.F., 2013.

Artículos sobre cultura y política publicados en Brecha de Uruguay, Patria Grande de Venezuela, El Clarín de Chile, América Latina desde Abajo (Marco Coscione) Edición dominicana -2010 y artículos en Rebelión de Cuba. V Festival La Poesía Tiene la Palabra, Casa de América, Madrid-España, 2005 Invitado especial para el programa de Televisión Española Internacional “Casa de América”, junio del 2005.

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