El día de ayer recibimos la triste noticia del asesinato de la compañera Bety Cariño, militante mexicana en favor de la vida de campesinos e indígenas en Oaxaca. Siento mucho pesar y consternación.
Yo le conocí admirando su profundo humanismo y compromiso con la construcción de un mundo nuevo, solidario, justo. Su ejemplo combativo es de inspiración para nuestra generación y las generaciones posteriores.
Compañera Bety ¡Hasta la victoria siempre!
A continuación comparto un poema de nuestra compañera: 
Ayer baje a los infiernos 
Cansada de tus ausencias
decidí buscarte 
Ahí estaba Marx. 
Supuse que estarías ahí y continué... 
Hallé a Frida, a Diana... 
Pregunté por ti
y nadie te conocía. 
Al llegar a las calderas
descubrí a Hidalgo
y a Sor Ye-Ye. 
No estabas, no. 
Tal vez aún seguías aquí conmigo,
y, tonta de mi,
creí que te habías marchado. 
Ayer baje a los infiernos. 
Cuando el hielo de esta soledad
me quemaba
te busqué, te busqué y no estabas ahí. 
El Che me dio un mensaje
y revisé en mis adentros: 
habitabas la otra mitad de mi
corazón, 
tatuado en mi puta alma
aún ardías y aún ardías. 
Pero, ¡oh, maldita sea! 
Satanás me había besado
y no pude dar marcha atrás. 
Ayer bajé a los infiernos y te llevé conmigo. 
Perdóname amor mio. 
No volveré a exponerte.
 
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario