sábado, 27 de septiembre de 2014

REVERSO DEL ARCOIRIS (20)

20

Sé que es temprano
pero no llegás
y me pregunto
qué ruta abordaste para abrazar
la casa desprevenida

Si vendrás y te revolcarás
de seriedad conmigo

Si lograste desatarte luego
para inventarme una quimera

Para verme caer rendido
Para ver tu locura irreverente
huyendo de la tarde
Para que no se entere
que caminaste bajo mi sombra
desdoblada en mi lecho

Que asesinaste erecciones
con tu orgasmo sudoriento
Que despabilaste mi locura
en mi nostalgia refractaria

REVERSO DEL ARCOIRIS (19)

19

Descubrí mis versos
apartá de ellos la senda presuntuosa
con la que infirieron mi silencio

Aparecé y dame vida bajo tu arco armonioso
como amapola fértil

Llevame con vos
en busca de vendajes

Vos

especie de canto o grito o salvación
borrá del prisma mis tormentas
quitá del pecho las ataduras
que nos mantienen exiliados de la vida

Devolveme el sendero
otrora hoguera
de banalidad imaginada

Alzá mi vista
hacia esa gracia celeste
donde la risa y el llanto
son antagónicos
y donde
solo vos
podés
crear
         un sueño

REVERSO DEL ARCOIRIS (18)

18

Senda virgen de pasos
gemido afónico
escabullido hacia lo aparente
necesidad

El cielo se ha nublado
anunciando un nuevo temporal
como lágrimas externas
en la aridez de tus sueños

Sólo un brillo en tu mirada
podría detener el éxodo mortal
del que nadie ha de evadir

tus ojos

REVERSO DEL ARCOIRIS (17)

17

Me he fabricado un corazón
de cristal irrompible
cubierta blindada
contra tu vocabulario

Confeccionado con migajas
de sueños reciclados

Vacío su interior
de esencia marchita
cuerdas autómatas
manipuladas por tus manos
en tiempo estancado de insensatez
haciendo eco al anterior sin retorno
sonando en mi amparo
de cavernas sepias

REVERSO DEL ARCOIRIS (16)

16

Despierto llorando versos
versos en los que podés navegar
que se hunden
como lágrimas en tus manos

Lloro soñando atardeceres
que se desvanecen como sombras
a la penumbra de tus caprichos

Sueño cantando
río alocadamente mi tristeza
conversando con la imagen
imperfecta de mis desiertos

Muero esperanzado
en la necesidad irremediable de
pertenecerte y pertenecerme

Y vuelvo a despertar

sólo que el viento
aún no seca mis lamentos
como palabras estancadas
en mi boca insolente

Aquella palabra como rompecabezas
que no quisiste interpretar
ni recibir
ni probar
ni evadir

               el poema