"No te fatigues nunca más de lo necesario/ aunque tengas que fundar una cultura sobre el cansancio de tus huesos." -Antonin Artaud-
sábado, 27 de febrero de 2016
viernes, 26 de febrero de 2016
Paradoja de un vecindario salvadoreño
Paradoja de un
vecindario salvadoreño
Erick Tomasino.
Salía a almorzar casi todos los días siempre
a la misma hora al mismo sitio. Era un comedor pequeño, familiar y. por ello.
acogedor. No había mucha variedad. Casi todos los días tenía las mismas cosas,
los mismos platillos, los mismos tipos de ensalada, la misma oferta de todos
los días. Aun así, a mí me gustaba ir ahí.
Pero aquel comedor bonito y monótono tuvo que
cerrar, de repente. Llegué y el señor (el dueño) me recibió con una mirada que
denotaba tristeza. Me dijo que ya no funcionarían, pero que estaba agradecido
por todo el tiempo que les había preferido. No me quiso dar detalles del motivo
del cierre pero era evidente que habían sido víctimas de la “renta” que las
pandillas cobran a los negocios para seguir funcionando.
Salí de aquel sitio sin hambre y meditabundo.
Pensando en lo mierda que puede ser eso. Había en mí una mezcla de tristeza y
enojo. Crucé la calle y al avanzar unos pocos metros vi un cartel que anunciaba
la próxima apertura de un restaurante propiedad de una cadena de comida
chatarra. Caminé otros cuantos pasos y otro rótulo anunciaba la construcción de
un restaurante de hamburguesas propiedad de una franquicia internacional, ese
que se suponía estaba prohibido en el país. Un alegre payaso se reía de mi
confusión.
Entonces noté que había algo extraño entre el
cierre del comedor-negocio familiar con la apertura de negocios-propiedad de
capital transnacional. Una paradoja de las muchas que se repiten en este y
otros sitios.
Parece que el negocio del miedo y de las amenazas
fastidia a los pobres y beneficia a los ricos. Esta puede ser una conclusión
muy elemental, sin embargo es evidente. Se cierran los pequeños o subsisten con
gran sacrificio, mientras los grandes que además son los dueños de la seguridad
se regodean con el vil enriquecimiento a partir del temor generalizado. Queda
claro quienes se benefician con al ambiente de criminalidad y a quienes afecta.
Y son estas mismas grandes empresas las que
evaden y eluden impuestos mientras demandan al Estado mayor acción. Son los
mismos que saquean los bolsillos del pueblo y lo explotan y se quejan de que
sus ganancias nunca son suficientes. Son estas empresas las que nos dicen que
el mundo está hecho mierda pero no nos dicen que son ellos los que lo tienen así.
Son los mismos que aprovechándose del miedo nos venden la seguridad en sus
instalaciones y la felicidad y la bonanza en combos homogenizados para bien de
sus caudales.
Esa es la paradoja en la que vivimos. Mientras
los negocios chiquitos cierran, los grandes cuentan por millones a las víctimas
del terror y en sus cuentas bancarias las ganancias que ello les reporta. Total,
hasta el hambre es un negocio rentable para ellos.
miércoles, 24 de febrero de 2016
Romeo y Julieta eran de este planeta
Por: Ilaria Tosello
Luz y Sombra. Foto de Ilaria Tosello. |
Si Shakespeare fuera salvadoreño o
jalvadoreño, se llamaría Chespirito. Si en lugar de hasta 1616 viviera hasta
2016, contaría lo que la mara anda diciendo:
Julieta se enamoró de Romeo en la
escuela del cantón, a sus 14 años, el primer amor, el clandestino, el de las
estrellas cruzadas.
El estigma de Romeo fue venir de
una familia cuyo hermano mayor era pandillero. Demasiado cerca, demasiado
tentador el mundo del mayor para el pequeño… demasiado tentadora la
vulnerabilidad de Romeo para quienes querían vengarse contra el hermano mayor.
Romeo murió por una bala en el
camino entre la escuela y la casa, mochila en la espalda, en el celular el
último mensaje para su Julieta. La mara
anda diciendo que los otros dos jóvenes que venían con él se salvaron porque ya
habían tomado un su parcito y corrían como corren los bolos el viernes por la
tarde.
Julieta recibió la noticia de la
muerte de Romeo encerrada estoicamente en su silencio clandestino. No esperó ni
un día para ver si era una muerte falsa, como acostumbran otras en el país. El
sábado, mientras la mamá se acercaba al carro de la fruta y verdura para
comprar y las hermanas en Estados Unidos regresaban de trabajar, Julieta mandó
el último mensaje a su mejor amiga: “la vida sin él no tiene sentido”...y buscó
la solución que su hermano mayor le había enseñado cuando ella era más niña de
lo actual: una pastilla rosadita, la del sobrecito con la imagen de un ratón.
A pesar de las suplicas e intentos
de la familia y del doctor que acudieron tras verla fría y pálida, Julieta
siempre se mantuvo firme en su decisión.
En 5 horas no quiso salvarse.
Chespirito contaría que, como sus
antecesores, Julieta y Romeo tampoco
pudieron salvarse y que esta Verona
jalvadoreña aún espera la reconciliación de sus familias.
La Casa Tomada del Centro (de San Salvador)
La Casa Tomada del
Centro
Erick Tomasino.
Fue por invitación del Colectivo Areíto ArteAcción que conocí la Casa Tomada del Centro. No tenía idea de lo que se
trataba, pero ya con el nombre me sentí interesado. Dando vueltas por el centro
de San Salvador encontramos un espacio que desde el inicio mostraba su mística:
una pequeña librería de usados nos daba la bienvenida, el fraterno “pase
adelante” era el pasaporte a la confianza de quien abre su casa para mostrarte sus
intimidades, el entrar y salir de jóvenes –artistas o no- le impregnaba esa dinámica
de quienes viven llenos de ideales y buscan las formas de expresarlos.
La invitación fue girada por el Colectivo “Viaje
de la Serpiente”, un grupo de chilenos/as que viajaban por toda Latinoamérica para
compartir sus experiencias de teatro y aprender de otros colectivos. Al
principio no sabía qué hacía en aquel espacio pues en la ronda de
presentaciones, como no tenía nada que responder, inventé que era escritor. Pude
no haberlo dicho pues lo que importaba no era lo que presumieras ser, sino
quien sos realmente. Aún con aquel desliz, fui integrado como todas las demás
personas.
Esos colectivos se integraron para hacer una
puesta en el centro que trastocara en la conciencia colectiva el debate sobre
la religiosidad de este país. No asistí, pero me contaron que fue una especie
de vía crucis contestatario por las calles capitalinas del centro, acción que
tuvo varias reacciones por parte de la población. En ese mismo contexto se hizo
una presentación en el parque San José y luego se invitó a quienes quisieran, a
entrar a La Casa Tomada a reflexionar sobre lo que habíamos visto. Para finalizar
Braulio Soto, nos compartió parte de su música de su álbum “Viaje de Vida”,
disco que aún conservo. Aquella experiencia me dejó invitado para siempre.
La amistad con las y los chicos del colectivo
perduró y perdura hasta el día de hoy. Toda vez que he tenido oportunidad he
llevado gente para que conozcan esa propuesta. Siempre queda un sentimiento de
admiración de ver cómo un grupo de jóvenes ha tenido la voluntad y capacidad de
haber convertido un edificio abandonado y en ruinas en un espacio para la creación
y expresión artística. De cómo se puede hacer –con mínimos recursos- una fuente
para la promoción y el desarrollo de las artes. Trabajando también con niños y
niñas quienes antes de participar de aquel espacio quizá creyeron que las artes
era exclusividad de las élites.
Todo aquello me permitió un eventual ser cómplice.
A veces presentando un libro, a veces leyendo un poco, otras escuchando alguna
amena charla. Un tiempo hasta discutimos tener un diplomado en línea con la
gente del CELAPEC (Centro Latinoamericano de Pensamiento Crítico), pero siempre
estuvo la dificultad de no contar con energía eléctrica mucho menos con
internet. Lo bueno es que siempre ha habido ideas.
La energía que han irradiado estos chicos
permitió la apertura del Centro de Artes Hermanos Aguilar y el Café Maktub como
espacios independientes y mucho después algunas propuestas estatales que ahora
se consideran un circuito cultural en el centro de San Salvador para demostrar
que aparte de balaceras y robos, hay un montón de personas queriendo demostrar
que en este país también hay vida, alegría, pensamiento por hacer de esto un
lugar vivible.
Ahora aquellos jóvenes enfrentan la
dificultad de que por tener el ideal de crear este espacio, ahora son considerados
usurpadores por una empresa constructora que busca hacer de ese edificio -patrimonio del centro histórico- un edificio para el comercio cualquier mercancía. Ellos -junto a unas familias que tienen años de morar en ese lugar, están en un litigio para que desalojen. Las ansias de
acumulación de los que siempre llegan a joder tienen en vilo un oasis para la
expresión artística. Es una situación difícil sobre todo si uno se pregunta ¿qué
estamos haciendo para no permitirlo? ¿En qué se expresa realmente una política
de promoción de las artes? No sé cuál será el desenlace de esto, pero nos
coloca en un punto en el cual debemos discutir seriamente sobre nuestra postura
–que no es pose- sobre la necesidad de convertir a la Casa Tomada del Centro
como un símbolo y expresión de que es necesario un cambio en las prioridades
del trabajo con la juventud.
A lo mejor esto no les resuelve a ellos. Pero
en algo hay que pensar.
sábado, 20 de febrero de 2016
Daniel y el entusiasmo en la inventiva
Daniel y el
entusiasmo en la inventiva
Erick Tomasino.
No recuerdo bien el año. Pero fue una
temporada en que mi abuela me envió de vacaciones a casa de mis primos. Un día
nos fuimos a jugar al fútbol al ex campo de aviación de Santa Ana. Esa tarde se
armó tremendo partido, podría haber sido un partido parejo de no ser que había
un chico un poco menor que hacía el deleite con la pelota, se le notaba el entusiasmo
que le ponía. Al principio sentí un poco de envidia, luego lo asumí como parte
de la diversión que en aquellos años inocentes se resuelven con la alegría del
compartir. A ese cipote lo encontraría varios años después.
Estando en la universidad y siendo parte de
la Asociación General de Estudiantes de la Facultad Multidisciplinaria de
Occidente (AGEFMO) hicimos amistad con un chico bastante activo y pispireto que
estudiaba ingeniería en sistemas informáticos; era de los pocos de su carrera
–por aquella época- interesado en el movimiento estudiantil e inmediatamente
hizo parte de nuestra organización. Su nombre era Daniel Herrera y rápidamente
se percibía en él la actitud de un chico alegre y jodedor.
Era un entusiasta por todo aunque su pasión
era la informática, a él le escuché por primera vez palabras como usb o software libre. Si lo tomabas por esa vía podía pasar días hablándote
sin parar. Recuerdo que cuando se incorporó nos propuso la idea de que
tuviéramos un sitio web, en aquella época en que era bastante difícil, pero con
mucha facilidad desarrolló nuestra página que, rápidamente, se convirtió en
nuestro órgano de difusión a nivel nacional e internacional. Fue tan importante
esa tarea que otras organizaciones estudiantiles en San Salvador lo invitaron
para que les apoyara desarrollando sus propios espacios virtuales. También
durante las marchas se le podía ver entusiasmado, podía pasar gritando
consignas a lo largo de varios kilómetros de manera incansable. Fueron años
intensos aquellos y más de alguna vez nos veíamos metidos en líos que lográbamos
superar. Todo aquello era motivo de celebración.
Yo dejé la universidad y a él como a muchos
otros de mis compañeros de AGEFMO los dejé de ver por mucho tiempo, luego
nuestros encuentros eran intermitentes y siempre había alguna cerveza de por
medio. Con Daniel era muy fácil entrar en desacuerdos, pero muy difícil no
disfrutar de su compañía.
Años más tarde nos reencontraríamos y
renovaríamos votos de amistad al calor de una interminable plática que nos
llevó de la música a las aspiraciones, llegó a la casa y con su imparable
conversación nos recordó muchas anécdotas. Me invitó a que escribiera un libro
sobre nuestras vivencias en el movimiento estudiantil y yo pensé que ese es un
libro imposible, pero él como siempre lo sugería con mucho ánimo, como alguien
que creé que las cosas son posibles de hacer. No volvimos a tocar el tema, pero
nuestras pláticas se hacían más variadas. Hablábamos de todo excepto el fútbol que
era un tema tabú porque, por azares de la vida, siempre le íbamos a equipos
distintos.
Pero la muerte en éste país –como diría
Benedetti- es uno de esos “absurdos previsibles” y como alguien que sale a la
calle desafiándola fue impactado por una bala que no era para él. A ese chico
le llegó la muerte por casualidad el mismo día en que la Universidad de El
Salvador cumplió 175 años de su fundación. A ese chico ya no lo volveré a ver.
Se podría decir muchas cosas pero algo muy
cierto es que Daniel nunca dejó de tener esperanzas y por ello la muerte le
llegó como a alguien que defiende sus causas. Como alguien que por nada del mundo
se deja vencer, mucho menos por el miedo. Como alguien que vive con la mayor
intensidad posible, aunque casi nadie lo entienda. Porque Daniel era Daniel y
punto. Porque con Daniel nos quedamos debiendo –entre otras cosas- el último parcial de cervezas.
miércoles, 17 de febrero de 2016
martes, 16 de febrero de 2016
PRESENTACIÓN DE LA ANTOLOGÍA POÉTICA "SUBTERRÁNEA PALABRA"
SUBTERRÁNEA PALABRA. 2016. ANTOLOGÍA POÉTICA de LUIS BORJA
por Evelyn Galindo
Los poemas de la antología poética Subterránea palabra (2016) de Luis Borja son producto de una generación que carga con la guerra como si fuera el cadáver de un desconocido. No con cinismo sino con una aceptación radical, casi paródica, de contextos de violencia, de miseria y de abyección. En poemas como “Consejos para salir de casa” de Erick Tomasino y “Pellejo” de Noé Lima vemos el sujeto de “posguerra” participar en una urbanidad desconectada del pasado donde los códigos y las señales de la cultura actual salvadoreña han perdido su lógica.
Presentación de la antología:
La Galera Teatro y Café.
Jueves 25 de febrero
7:00 p,m,
Con la participación de las y los poetas antologados: Noé Lima, Oto Flores, Erick Tomasino, Francisca Alfaro, Andrés Norma Castro, Beatríz Henríquez, William Alfaro, David Duke Mental y Allan Barrera. Así como del antologador Luis Borja.
lunes, 8 de febrero de 2016
Entre acordes y versos
Recital: "Entre acordes y versos: besos y acuerdos"
Recorrido latinoamericano de trova y poesía que le canta al amor por el pueblo, a la lucha y a la esperanza.
Música: Luis Parada
Poesía: Erick Tomasino
El Parcito Café-Bar Cultura
Viernes 12 de febrero de 2016.
No Cover.
Vea el mapa en:
https://www.google.com.sv/maps/place/79+Avenida+Norte+325,+San+Salvador/@13.7054205,-89.2401118,16z/data=!4m2!3m1!1s0x8f633017dc6ee079:0x76a11a61ca6f8440?hl=es
viernes, 5 de febrero de 2016
Subterránea Palabra
Recital poético "Subterránea Palabra"
Jueves 11 de febrero
4:00 p.m.
Centro para la Cultura y las Artes Alfredo Espino.
Poetas de El Salvador y Guatemala.
Lectura y conversatorio en Maktub
Lectura y conversatorio en Centro Cultural Maktub.
Día sábado 6 de febrero
Hora: 4:00 p.m.
Habrá además venta de libros del autor.
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