Eleanor Rigby
Siempre Eleanor,
siempre tus discos, siempre los perdidos y enfadados misterios de tu
piel. Siempre Eleanor, nunca otra, vos nada más. La vida no es
larga, sólo dura lo que dura el brillo de tus ojos en el termómetro
de la distancia.
Eleanor, pequeña,
cansada y descalza.
Eleanor, tus manos
inquietas y tu tambor de hojalata
habitas en una casa
vacía encima de la lluvia
donde las ventanas
están rotas por la esquina que conectan al sur de tus labios.
«Señorita Rigby,
¿quiere
té para aliviar su corazón?»
Encendes un cigarro
con la misma ternura con la que escapas del sueño. Eleanor, nunca
viste la guerra, nunca soñaste la oscuridad, siempre vos Eleanor. La
llave que abría el mar era tus dientes.
Ahora toda la gente
está sola, Eleanor, como a vos te gusta.
Como a vos te gusta
como a vos te gusta
como a vos te gusta
[…]
all
the lonely people
where
do they all come from?
Vienen
del terror de la oscuridad que la guerra nos heredó.
Hay instrucciones
puestas
en la lista para ir al mercado
letreros
que hablan
de
cómo llegar a vos
de
cómo encontrarte
convertida
en árbol
en
sed de los transeúntes
convertida
en
otra vida
que
se encuentra lejana
de
todos los tiempos
lejana
como el mar
y
su furia de dios
lejana
como la inquieta luz que no guía a nadie
que
no tiene futuro
porque
no le interesa verse fotocopiada
archivada
doblada
en mil cuerpos inertes.
Toma 7
Los
trapecistas se quitan la piel y la ponen al revés
doblada
sobre la cama
porque
amaneció triste la ciudad.
Los
trapecistas
son
almas con cierto nivel de sarcasmo
los
viernes por la noche
después
de las 10.
Beben
cerveza y les encanta llorar una vez al día.
Los
trapecistas alguna vez tuvieron alas
y
es por eso que bailan en la cuerda del tendedero de ropa.
En
la terraza de mi habitación
vienen
a celebrar sus cumpleaños
y
se enamoran para toda la vida una vez al mes.
Ayer
por la tarde mandaron un satélite al espacio
creen
que dios les contestará
creen
que cuando no está en el cielo
dios
habita en el techo de casa
escondido
porque
le tiene miedo al gato.
Una
voz les contestó:
…atrévete
a acompañarme, vamos a andar por los cables.
Desde
entonces no se les puede borrar la sonrisa del rostro.
Martín Cálix
(Honduras, 1984)
Soy parte del sello editorial
independiente, subVersiva.
Ha sido publicado en la revista
Tercer mundo (1ra. Edición, 2011), en la revista Mera V (3ra.
Edición Febrero, 2012), en la 1ra Antología de cuento y poesía de
La fonola cartonera, Chile (2013), en el Dossier de poesía
centroamericana comprometida de la Revista hispanoamericana de
cultura OtroLunes, España (2013) y en la Revista Umbigo, México
(2014).
Obra publicada:
Partiendo a la locura (Ñ
Editores|2011) (segunda edición para Casasola Editores |2012)
45° (Ñ Editores|2013)