viernes, 28 de noviembre de 2014

POEMAS DESDE CENTROAMÉRICA: Ludwing Varela


El tráfico es una bomba de cláxones a punto de estallar

Hay una manada de carros siguiendo a un pastor con chaleco verde
Que les dirige amorosamente al matadero.
Entonces para salir del tráfico tenés que bajar las ventanas
Y subir poco a poco, poco a poco el volumen entre tanto encendés un cigarrillo
Mientras la canción llega como un boxeador entrenando con tus tímpanos.
Love me two times baby
Susurras pensando que ella no creerá en tu tardanza de pez en tierra
Love me two times…
Decís por esas  horas que oxidan el  metálico tiempo.
Y al salir de todo esto
Las calles ahora te invitan a correr a 80, 100, 170 kilómetros por hora.
Y al llegar hasta el siguiente día le decís a tu mujer que todo fue culpa del tráfico
Ella te da un beso
Pasa su mano por tu cabeza despaciosamente
Considerando el tráfico de tus pensamientos
Y comienzas a insultar al gobierno y a los policías
Por la manzana podrida de su organización
Por encerrar  a los demás en el laberinto de su estupidez.
Y le decís que te ame
Y te ama, una, dos veces
Y así sucesivamente
Hasta que el tráfico se termine algún día
Con la esperanza que ese día nunca llegue.

Regalo de consuelo

Me han ofrecido la muerte
Como se ofrece un colorido ramo de flores
Me la ofrecieron fresca
Y llena de vida como rosa matutina.
-Señor ¿tiene usted eternos floreros negros?
Porque hoy me han ofrecido la muerte
Como se ofrece un  ramo de flores
Y no tengo un florero para guardarla.
Me han ofrecido la muerte como un ramo de flores
Y solo tengo la tierra de mi cuerpo para abonarla.


Ludwing Varela. 17 de noviembre de 1984. Tegucigalpa, Honduras. Perteneció al taller literario Edilberto Cardona Bulnes. Sus poemas han sido recopilados en las antologías “Caballo Verde” (Cerezo desnudo, 2006), “Honduras, Sendero en Resistencia” (Verbo Editores, 2010) “Antología de poesía Honduras-Chile” (2012) y en revistas de Centroamérica, México, Cuba, Uruguay, Argentina y Marruecos. Libros publicados: Autobiografía de un Hombre sin Importancia (Ñ editores, 2012), Premonición del Extinguido (Editorial del Gabo, 2014), Ha obtenido los premios anuales de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) en las ramas de poesía, cuento, fabula y fotografía. Actualmente estudia literatura en la UNAH.

miércoles, 26 de noviembre de 2014

POEMAS DESDE CENTROAMÉRICA: Andrés Norman Castro

De “Borderline” (Guatemala, 2013):

Con Gabriel soy el peor de los capitalistas

Con Gabriel
soy el peor de los capitalistas:
¡Esa boquita es mía
y esas manitas
y esos pelitos
y esas piernitas
y esa cabecita
y esa caquita
...todo, todo, todo
es mío!"


De “Al sexto día” (Chile, 2010):

Amanecer

El volar y el cantar de los pájaros
me han dicho
que de tirarte al cielo,
ahí donde ellos,
te convertirías en amanecer


Inédito:

Voy
A despeinar tus colochos
A velar tu sueño
A besar tus hombros desnudos
A viajar contigo
A recorer tu tatuaje con mi lengua
A besar tu alma
A acariciar tus manos cuando callas
A escribirte poemas
A cosechar nuestros hijos
A admirar tu pasión
A construirme en vos
A envejecer a tu lado
A viajar contigo
un poco más
Voy,
Te lo prometo,
A abrazarte un día
Y no soltarte jamás.

Andrés Norman Castro (San Salvador, El Salvador 18 de febrero de 1989): Poeta, editor, columnista, estudiante de Psicología y educador bilingüe. Ganador del premio “Escritor Destacado del 2013” por Televisión del El Salvador (Canal 10) y el programa La Cancha del Arte.

Tiene algunos poemas traducido al portugués y al francés. Incluido en antologías, revistas literarias, periódicos y programas radiales en gran parte del continente americano, así como en España. Ha participado en Festivales, encuentros internacionales y recitales de poesía en Chile, Argentina, Guatemala, Honduras y El Salvador.

Ha publicado los poemarios “Al sexto día” (La Picadora de Papel, Chile, 2010); “Embutido de ángel y bestia” (La Cabuda Cartonera, El Salvador, 2011) y “Borderline” (Editorial Chuleta de Cerdo, Guatemala, 2013).




lunes, 24 de noviembre de 2014

POEMAS DESDE CENTROAMÉRICA: Perla Rivera

Se puede contrarrestar el smog
con un oleaje de risas.
Encontrar el mar en este edificio
deslizarse por el ascensor en una especie de surfing
observar el sacrificio del sol
cayendo desde los ventanales.

Dejarse arrastrar
por la bulliciosa marea de los oficinistas
que van de salida.

Se puede naufragar
o salvarse
todo depende de la cala o la tempestad
con la cual
me arrastre tu mirada.

***

Mi madre me reveló desde pequeña
que el invierno es una brújula
que apunta hacia abajo.

Regreso a mis diez años
me extingo.

La lluvia duele como territorio de guerra
sus gotas forman evangelios en el suelo
los guardo en mi bolso como caricaturas.

El agua no es escudo hoy
trajo raíces convertidas en vísceras.
Agonizo sobre tu mar salado
que hoy no es arcoíris.

Perla Lusete Rivera Núñez. Ajuterique Comayagua Honduras. Licenciada en Letras y Lenguas y Literatura por la UPNFM. Profesora de Educación Media y Primaria. Promotora de arte. Su primer libro el poemario " Sueños de origami" ha sido editado por Goblin editores. Varios de sus poemas han sido traducidos al italiano. Incluida en una Antología de landais hispanoamericanos promovido por la revista 7lunas de Venecia. Invitada al festival internacional de poesía Amada Libertad en El Salvador.  Publicada por revistas virtuales de poesía y literatura como 7lunas de Italia y el Catoblepas de Costa Rica y en reportajes especiales por el periódico virtual El vocero Informativo.

sábado, 22 de noviembre de 2014

POEMAS DESDE CENTROAMÉRICA: Wilfredo Arriola


Una extensa humedad

Veo a mi alrededor y no alcanzan las sillas para sentar tanta soledad.
Sospecho de las paredes que guardan futuros permisibles
los afinados y las texturas se asoman a testificar
la guerra inhumana que dejan los ruidos hostiles.
En cada asonancia saltan las promesas inciertas del pasado.
Los debates carecen de plurales, porque acá
las manchas de una incómoda realidad
están más cerca de un monologo que de una roída contienda.

Es extensa la humedad a los pies de un confuso amor.
No es justa la esperanza ni es clasista la insistencia de confiar
en que volverás por el argumento oral de la poesía.
Somos una legión de intenciones que no conocerán bautizo alguno.
Los discursos que se levantan como parales
saben más de su fundación que de su lozana aventura
de atreverse a mirar del otro lado del porvenir.
Esto no es una coacción
lo moral y el peso de las culpas son asuntos personales.
Me ha convocado mi otra mitad
la sumergida tristeza del polvo de un vajilla sin estrenar.
La condecoración de las medallas pasadas
a los rincones olvidados de la casa como
el espacio de lavadora que violenta la ropa de días sagrados.
Habrá que contar también el misterioso lugar que ocupa
todos los objetos olvidados: una botella con agua, un sujetador de cabello
una cartera con más ilusiones que necesidades.
El frio tono de los recuerdos que navegan en un lugar detenido.
Las sombras y los lugares que aún no sé, esas las acompañan.
Los contenidos albergados apuntan a una remota resistencia
estoy y le abro paso al único dogma claro:
Me mueven otras cosas esta vez, Se está dispuesto siempre a la guerra
pero no se sabe con qué armas luchar.
Confieso que se me es impuesta la indiferencia
Reabro cada vez el archivo desolado de esta historia.
No le abandono, atiéndele así.
Mi única premisa es que sepas hacer  del sentido común
una digna honestidad.
Ahora que nos conocemos, desconocernos es aprender a vivir mejor.
De tu enfermedad has dejado las defensas sanguíneas más
propensas a mi poza psicológica
sin escaños donde poderse apilar.
Sólo tú sabes que abismos guardan mis talones
quizás tú comprendes que colina subimos al separarnos.
Camina sobre el aire para no atender a tus huellas

Mucho tengo de que mis paredes se tiñan de la texturas del desamparo.

Y entonces, el derrumbe

He cumplido su voluntad.
Que sirva no para la servidumbre
sino que sean las manos llenas
que muestren la devoción de la sincera pérdida. 
Lo sensato a veces tiene forma de cadenas invisibles a los ojos de quien lo exige.
Apostólica esta forma de falsa presencia, en las tarimas de lo inconcluso.
-No es legal el silencio que se forma de voces a la inversa-
como pie de página de cualquier página.
Sigo agitando las hélices con el viento de la desesperanza
de tu tiempo hay algo que ya no es leal a las consignas
las mentiras del pasado fermenten una extraña verdad
cuando el recuerdo sabe a obligación.

No detengas más.
El pulso insensato de tu índice señalando el pasado
bello oxímoron que desconoces.
Tú que me mostraste el único brillo difuso de la luz.
La equilátera sensación del tacto.
A tus extensiones responden mis inestabilidades.
Parlante la señal de lo venidero.
La dramaturgia explicita, me sofoca
para inventarle otro rostro al desastre
pero no lo comprendo así.
Entonces,
el derrumbe.


Te he querido tanto que no volví a quedarme en tu punto débil
para no tener más razones de irme.
Y esto tampoco equivale a drogarme con tus partes inciertas.
No creo más en la solemne firma del futuro
tu signo no es de mí parecer y a todo lo venidero
le veo el perfil agnóstico del placer.
Y entonces, el derrumbe.
Sepa que he cumplido con su voluntad.

Su entera voluntad. 

Edgard Wilfredo Arriola Flores, conocido como Wilfredo Arriola, nació en San Salvador, El Salvador en diciembre 29 de 1988. Fue miembro del taller de letras de la Universidad Evangélica de El Salvador (TLUEES). Su obra ha sido publicada en el único suplemento cultural del país; Suplemento 3000, fue incluido en el festival internacional de poesía San Salvador, El Salvador 2010 y 2011 en la celebración del Bicentenario. También ha recitado en escuelas, universidades y en eventos artísticos. Tiene publicado el poemario “Sueño Inverso” por la editorial La Fragua, además de ser incluido en la antología salvadoreña de poetas jóvenes “Invisibles” por editorial Pirata Cartonera.

viernes, 21 de noviembre de 2014

POEMAS DESDE CENTROAMÉRICA: Tania Molina Leddy

Hermandad


                     “en cada llama de maíz abierto crece
                la llama del amor que tanto canto”
                                             oto rené castillo

Hombre nuevo te canto en mí
sobre el fuego de tu danza
y un camino que descansa
sobre alas de colibrí.
Son mis hermanas que aquí
nos muestran con su desnudo
saber, su antiguo conjuro,
la fuerza que nos sustenta:
hombre y mujer alimentan
su ritmo latir carmesí.

Hermano te canto hermana
que has sido en otras laderas,
de la vida verdaderas
copas de experiencia anciana;
sincretizas la mañana
en tu útero penetrado,
uniendo por todo lado
la tierra con lo celeste
sin que en nada te moleste
su danzar de dos alado.

Hermano que en mí tu canto
integra parte del coro,
yo te abrazo y fundo en oro
agua y tierra que es mi manto
con el viento que de tanto
amar encendió la llama
que nuestras vidas inflama,
“el amor que tanto canto”.

3 de noviembre 2014.

La Santa Muerte

Siempre que la muerte llega
se aparece bien vestida
con tal verdad que la vida
su esqueleto ufano entrega.
Se vacía y luego riega
las flores del sueño alado
sin recordar lo dejado
viste de nuevo sus ropas
mientras renace en las copas
de los rumbos encontrados.

La muerte siempre se queda,
no va y viene como un cuento,
de la vida es alimento
soplo que impulsa la rueda.
Con todo lo que se pueda
carga y limpia a su paso
recibiendo en el regazo
lo que ya no sirve aquí
para unirlo al colibrí
y a las luces del ocaso.

4 de noviembre 2014.

Tania Molina Leddy, nació en El Salvador, en agosto de 1977; hija de Hugo Molina Y Ana Maŕia Leddy, ha publicado dos poemarios: "De Cuevas y Caricias" y "El espejo del Ángel" y ha participado en distintas antologías y actividades literarias. Se desarrolla en el campo de la música, el circo, la danza y el teatro, además de formarse como educadora popular, en la metodología de la educación activa y la interculturalidad.

POEMAS DESDE CENTROAMÉRICA: David Duke Mental

Laberinto

Decime tus cerúleos miedos que escondes en la melancolía de la calle al caminar
contame como el fuego se apaga cuando miras atrás
y brotan ríos de ceniza que cabalgan hacia el mar
como tropeles de martillos golpeando madera hueca
decime como apagar la vida cuando el fuego brota de nuevo en tus ojos al verme.


Tatuaje uno

La esperanza protestó con orugas que volaron al infierno
como las averillas del pasaporte que llevo amarrado al tiempo
para apresarlo a este lugar con cadenas
como fronteras hechas de horas y castigos con minutos
que se escriben sobre el viento y agrietan la voz
mi estupor atropellado como las voces libres son el murmullo de los rezos en las iglesias
son los escombros de las lágrimas que tatuamos por décadas sobre las paredes rotas por el agua como colador de nuevas vidas.


Tatuaje Dos

Hablame luz de tus húmedos labios profanos que descienden de la médula del gris
como los dulces de colores transparentes para los niños ansiosos
con sus bocas presurosas a saborear esa sonrisa que escondes bajo tus curvos cabellos
háblame del laberinto de tu melena que esconde como mapa genético la locura
quiero perderme como espiral en la muerte
en los reflejos de las vidas rasgadas de tus infiernos que llevas aprisionadas en tu libertad.


Left Behind

Siempre llegué tarde a todo
fui victima del tiempo y sus puertas
las puertas fueron semáforos densos
vestidos de rojos como sangre coagulada
las ventanas reguladoras del tiempo
para desdibujar los profundos gemidos de las calles al amanecer
el rostro del tiempo cargado de ironía se detiene al verme
como cámara lenta da risas y risas
carcajadas tras carcajadas
burlándose de mí.


Nubes

me seguiré tatuando hasta que la tinta llegue a mis huesos
dibujando congoja con líneas de colores
como animal exótico para mostrar mis toxinas
los escombros apresados en tu mirada
serán derramados como lágrimas
y así seguirán las nubes más grises como las tintas
que dibujan la soledad que llevo incrustada en al piel.


43

"Corre, como yendo a otra dimensión
da pasos en el vacío de la muerte
corre sin saber su destino".

Soy un indio vestido con piel tornasol
castigado desde la sangre
como cómplice de negación autónoma
soy la vida huyendo como el viento entre los dedos de la muerte
soy mi madre y mis hermanos
que esperan los minutos interminables de mi aparición
soy migrante de camino al norte
un mojado con lamentos a las espaldas
desaparecido de las almas y transeúnte de la vida
soy un grito perdido en los montes del cielo
que ha caído calcinado a los pies de la democracia
soy un ataque de mal de amores que nos gobierna
un alarido que ha sido molido ante el silencio de la muerte
como un perro que mastica la carne
y se le sale de la trompa por querérselo tragar de un solo bocado
soy un cielo en las lomas del infierno
una piedra en el camino empedrado
uno de los cuarenta y tres que no quiere ser olvidado.


David Duke Mental. Nació en El Salvador Centroamérica en el año de 1979. Poeta y artista plástico, fundador del portal web Resistencia Musical en 2007. Ha participado en diferentes lecturas de poesía a nivel nacional e internacional. Ha publicado el poemario Punkesia (El Salvador, 2014), algunos de sus poemas son publicados en diferentes revistas electrónicas. Es parte de la antología en 2013 en “La generación del fin del mundo” Poesía centroamericana comprometida por la Revista Hispanoamericana de Cultura Otro Lunes de España. Al igual que en la Revista Intercultural Omni Bus N. 45 denominada “Un tapiz en el Centro” (un coro de poesía contemporánea de América Central) Italia. También ha participado en exposiciones de pintura en: El Salvador, Estados Unidos, Perú, Cuba, México, Honduras, Guatemala.


POEMAS DESDE CENTROAMÉRICA: Alberto López Serrano

MEDEA

¿De qué te sirve, bruja,
la cosmética en tu rostro y los vestidos?
No será Jasón el que te admire.
No será Jasón el que te busque.

Lejos los días de manos tibias.
Idas las noches del batir constante.
Se quemó tu risa al arribar a Yolcos.
Se quemó el delirio de la sed primera.
¿De qué te sirve el sabio encanto?
¿De qué te sirven, extranjera,
conjuros para siempre socorrerle?
No será Jasón el que sonría.
No será Jasón al que le importe más allá de usarte.

Por él, los toros ígneos de la Cólquide.
Por él, la serpiente del vellón de oro.
Por él…
El ronco patio de la infancia.
La calle hacia el templo de la Diosa.
El ágil brazo de tu padre…
¡Cuánto al partir de Colcos mataste, hija del sol!
¿De qué te sirve ahora la venganza?
¿De qué te sirve, Medea,
el reproche por los días ya lejanos?
No es Jasón el que ha de oírte.
No es Jasón el que regresa.

¿Sabrás decir el rumbo de tus manos?
¿Sabrás decir el llanto que pariste?

Sabrás que nunca viste el rostro que mordiste.
Que la tierna carne muerta era tu propia carne.
Que nunca más Jasón será el Jasón de la primicia.
Que nunca fue Jasón el éxtasis del alba que esperabas.
Que no es Jasón el que hoy abrasas.

Medea,
solar Medea,
de nada sirve la cosmética, el vestido,
si ya al partir de Yolcos el navío te cortaba en mil pedazos la razón.
Sabrás que ha sido inútil, bella.
Nunca más Jasón será el Jasón de la primicia.
Sabrás que la sandalia se perdió en el lodo
y no regresa.

EL DOMADOR DE CABALLOS

Estás oculta en un rincón aparte.
A medio punto tejes casi a ciegas
un manto grueso, púrpura y muy largo,
salpicado de flores de colores
que has bordado mecánica, hábilmente.
Hebra en tus dedos pálidos: derecho.
Máquina ansiosa y perfección: revés.

Los trenzados adornos del tocado
apenas brillan al candil que lanza
su luz perdida… y alta la techumbre.
La sombra de tu velo casi inmóvil,
apenas sostenido en la diadema,
te enreda en la pared y te contiene.
¡Qué bello lo obtuviste de la diosa!
¡Qué alegre te veías de su mano!
¡Qué fuerte te abrazaba sobre el carro
mientras entrabas a vivir en Troya!

La médula del niño está en el plato.
Después se dormirá con la nodriza.
El ruido del fogón te reconforta.
El agua se calienta para el baño
cuando vuelva agotado de los golpes,
cuando tibio le laves las heridas,
cuando tibio lo mires a los ojos.

Ya bajo el fuego el trípode te anuncia
que dejes las agujas y tu manto,
y esperes destejerte entre sus brazos.
Apartas lento el velo de tu oreja,
pero no oyes las puertas que se empujan,
sólo un leve rumor que desde afuera
te va a romper el cráneo contra el muro.

La luz en el candil se descompone.
Ansiosa tiras todo contra el piso.
El agua hierve loca y pareciera
llamarte a voces no vayas afuera
mientras ya sin control se desparrama.
El fuego te ve ansiosa y descompuesta.
El fuego sabe que el feroz Aquiles…
El fuego bajo el trípode se calla.

ALBERTO LÓPEZ SERRANO. Salvadoreño. Nació en Colón, La Libertad, el sábado 8 de enero de 1983. Es profesor de idioma inglés y de matemáticas. Es miembro de la Fundación Cultural Alkimia y desde enero de 2008 es coordinador de los “Miércoles de Poesía” en la peña cultural de Alkimia y Los Tacos de Paco, donde a la fecha van más de 12 años de labor alkímica. Ha participado con lecturas en El Salvador, Nicaragua, Guatemala, Costa Rica, Bolivia, Perú, Cuba y Honduras.. En enero 2013 fue nombrado Autor del Mes por parte del Plan Nacional de Lectura y la Red Nacional de Bibliotecas Públicas.
Publicaciones: La Nave que Falta (2007), Cien Sonetos de Alberto (2009), Y Qué Imposible No Llamarte Ingle (2009 y 2011), Montaña y otros poemas (2010), “El domador de caballos” (2013).
En línea:  www.megasalbertos.blogspot.com