Todavía
tengo que quemar muchas cosas en mi mismo… todavía hay alguna
cicatriz que duele y hasta tal vez hay alguna herida que sangra desde
que era niño.
…Yo
estoy acostumbrado a la vida solitaria que he vivido desde la
infancia, a esconder mis estados de ánimo tras una máscara de
dureza o una sonrisa irónica… Eso me ha hecho daño durante mucho
tiempo: durante mucho tiempo mis relaciones con los demás fueron
enormemente complicados, una multiplicación o división por siete de
todos los sentimientos reales para evitar que los demás entendieran
lo que yo sentía realmente… cuántas veces me he preguntado si era
posible ligarse a una masa cuando nunca se había querido a nadie, ni
siquiera a la familia, si era posible amar a una colectividad cuando
no se había amado profundamente a criaturas humanas individuales.
¿No iba a tener eso un reflejo en mi vida de militante, no iba a
esterilizar y reducir a puro hecho intelectual, a puro cálculo
matemático, mi cualidad revolucionaria? He pensado mucho en todo
esto, y he vuelto a pensarlo estos días porque he pensado mucho en
ti, que has entrado en mi vida y me has abierto el amor, me has dado
lo que me había faltado siempre y se hacía a menudo malo y torvo.
Antonio
Gramsci
Cartas
a Giulia (Julka)
Tomado de: Rafael Díaz-Salazar
Gramsci y la construcción del socialimo
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