La Escuela Político Pedagógica Campesina de la FUNPROCOOP – Red Alforja
Erick Tomasino.
Introducción
El
presente texto tiene la
intención de compartir
una breve descripción
de la experiencia de la
la Escuela Político
Pedagógica Campesina, impulsada por la
Fundación Promotora de Cooperativas (FUNPROCOOP) de
El Salvador, entre los años 2006
a 2012.
Este
documento responde a una iniciativa de la Red Mesoamericana de
Educación Popular Alforja (Red Alforja) en documentar y compartir
experiencias de escuelas de formación política, con la intención
de dialogar con otras propuestas similares impulsadas en la región
que permitan construir aprendizajes y fortalecer prácticas
socioeducativas.
Para
tal propósito, este recorrido ubica a la Funprocoop, organización
miembra de la Red Alforja, como responsable del desarrollo de la
Escuela, se define el enfoque metodológico que la sustenta, su
fundamentación metodológica y los principales contenidos abordados;
también se incluyen aspectos organizativos para, finalmente,
compartir algunas reflexiones.
La
Funporocoop
Funprocoop
es una organización
fundada en 1967, orientada
a contribuir a la
construcción de una nueva cultura política, democrática, ética y
humana en las organizaciones campesinas y populares, mediante la
implementación de procesos de construcción de aprendizajes desde la
educación popular.
Inspirada
en el movimiento de la Teología de la Liberación de finales de la
década de los 60 del siglo 20, la
Funprocoop
ha impulsando procesos socioeducativos
con organizaciones cooperativas, campesinas, rurales, con
dirigentes y educadores
del movimiento popular
de El Salvador y la región mesoamericana, con
énfasis en la
construcción de un
proyecto de soberanía alimentaria y por la transformación de la
sociedad.
Para
fortalecer el eje formativo, en 1970 se construyó y se puso en
funcionamiento la Granja Escuela de Capacitación Agropecuaria
(GECA), ubicada en el municipio de Nueva Concepción, departamento de
Chalatenango; lugar en el que se formaron muchos dirigentes
campesinos que en aquella época de ebullición social y política
conformarían organizaciones populares como la Unión Nacional de
Trabajadores del Campo (UTC) o la Federación Cristiana de Campesinos
Salvadoreños (FECCAS).
En
ese
contexto latinoamericano de profundas transformaciones, la
Funprocoop
se inscribe al
movimiento de
educación popular, por
considerar que su
concepción política y
metodológica
era la más adecuada
para trabajar con sectores históricamente marginados, como es el
caso del campesinado
salvadoreño.
La experiencia de Funprocoop
le permitió
incorporarse más
adelante
al Programa Coordinado
de Educación Popular Alforja -actualmente
Red Alforja- fundado en
1981, con quienes ha
venido recreando un forma de comprender y aplicar la educación
popular.
Desde
el año 2002, la Funprocoop,
en el marco de esta
Red, había asumido la
responsabilidad de desarrollar la Escuela Subregional
para una Educación
Transformadora
con participación de
educadores y militantes del movimiento popular de El Salvador,
Guatemala, Honduras, Nicaragua y
del sur de México.
Posteriormente, en
2006, se decidió impulsar
un proceso de formación
que fuera dirigido
principalmente a la formación política y pedagógica de las
organizaciones campesinas y cooperativas, sujetos
con los que históricamente la Funprocoop se vinculaba, es
así que surge
la Escuela Político Pedagógica Campesina.
Escuela
Político Pedagógica Campesina
Esta
escuela se origina en 2006 como producto de un replanteamiento
interno sobre quienes son los sujetos políticos a quien se orienta
la formación política, con la Escuela Político Pedagógica
Campesina se reafirma la apuesta de trabajo institucional dando
prioridad a las organizaciones rurales y campesinas, abordando temas
que estaban directamente vinculados a este sector, integrando la
propuesta de la Soberanía Alimentaria aportada desde la Vía
Campesina, de la cual la Funprocoop también es miembra.
Como
esta escuela seguía siendo impulsada por la Funprocoop en
coordinación con otros centros de la Red Alforja -específicamente
Serjus y Cencoph-
siguió siendo parte de la apuesta formativa regional de la Red como
un sistema integrado y coordinado a nivel de Mesoamérica,
manteniendo el carácter de “sub-regional” con la participación
de organizaciones no solo de El Salvador, sino que también con
organizaciones de Guatemala, Honduras y Nicaragua.
El
objetivo de la Escuela era: “Aportar a la construcción de
estrategias para implementar una agricultura de resistencia y luchar
por un proyecto político que garantice la soberanía alimentaria y
permita el acceso de campesinos y campesinas a un desarrollo
sostenible y sustentable”, y como eje temático se planteaba: “La
organización campesina y cooperativa. El papel del campesinado en
los procesos de transformación social”.
Para
el año siguiente, es decir en 2007, se establece una alianza con el
Movimiento por la Vida y Equidad Campesina (MVEC),
como refuerzo a la
acción política de este y otros movimientos campesinos,
particularmente vinculados a La Vía Campesina y organizaciones de
trabajadoras y trabajadores rurales de Guatemala, Honduras, Nicaragua
y El Salvador, algunas
de ellas vinculadas
a
la Comisión de Soberanía Alimentaria de la Red Alforja.
En
2008, debido a cambios internos en el área de educación, como
Funprocoop se hizo
una revisión de la experiencia educativa en los años anteriores,
así como un análisis de la coyuntura regional para definir la
apuesta para los próximos años, en
específico se debatió
sobre el aporte que desde la
Escuela Campesina se
podía realizar; para
esta redefinición
se contó con la
participación de
compañeros del CEPIS de Brasil y
de educadoras
populares de la
comisión de Movimientos Sociales del CEAAL-El
Salvador, con quienes
se determinó:
a)
La Escuela debía tener
su sede principal en la
Granja Escuela de Capacitación Cooperativa y Agropecuaria GECA, en
Chalatenango, porque ese espacio ofrecía
las condiciones para el desarrollo de los módulos y
daba una ‘identidad geográfica’.
b)
Priorizar la participación de miembros de las organizaciones
populares, más en
específico de organizaciones y movimientos de trabajadores y
trabajadoras en el
ámbito rural; también
la incorporación de educadores
y educadoras
que acompañaran
procesos de base y
miembros de organizaciones aliadas, de movimientos
populares con presencia
nacional y con vínculos o alianzas internacionales como la
Vía Campesina, Redlar o el MOVIAC.
c)
Vincular el seguimiento de las personas participantes a las agendas
de lucha social del movimiento popular,
así como ofrecer acompañamiento a las organizaciones que así lo
solicitasen, en
específico aquellas organizaciones con las cuáles Funprocoop podría
garantizar el acompañamiento en los territorios.
d)
El proceso se
organizara
en cuatro módulos presenciales
más una propuesta de seguimiento-acompañamiento,
en específico con las escuelas locales del MVEC.
Eventualmente se
propuso un módulo especial sobre Sistematización de Experiencias.
f)
Se decidió vincular a
una
o dos personas
pertenecientes del
MVEC al equipo de educación de la Escuela, para garantizar el
seguimiento a las y los
participantes locales con
quienes se realizaban sesiones específicas entre módulo y módulo
para el diseño metodológico de los talleres locales de formación
política.
Proceso
de implementación de la Escuela
El
proceso de formación se basó en la Concepción Metodológica
Dialéctica (CMD), propuesta construida y reconstruida por Alforja
como una manera de interpretar la realidad para transformarla de
forma colectiva, descubriendo las contradicciones para superarlas en
función de una estrategia hacia la construcción de un proyecto
político popular, donde el enfoque político va siempre a la par
del enfoque pedagógico. De ahí lo de escuela ‘política’ y
también ‘pedagógica’.
En
tal sentido, la concepción de formación impulsada desde la Escuela,
se basaba en una serie de principios y valores fundamentados en la
educación liberadora, aquella que se da en el campo del conocimiento
que contribuye a elevar el nivel de conciencia de la clase
trabajadora para la transformación de la realidad.
A
nivel metodológico, el equipo de educación de Funprocoop, junto con
la Coordinación Político Pedagógica, elaboraba la propuesta
general de la Escuela Campesina. De esta propuesta, el equipo de
educación diseñaba las guías metodológicas para cada módulo y la
producción de materiales de apoyo, así como de garantizar la
elaboración de las memorias por cada uno de los eventos. Para esta
acción, a veces se contrataba a una persona dedicada exclusivamente
al levantamiento y ordenamiento de la información, en otras
ocasiones, era una tarea asignada a una comisión conformada por
participantes de la Escuela.
La
Escuela se desarrollaba a lo largo del año distribuida en cuatro
módulos de cuatro-cinco días cada uno con tareas/prácticas
intertaller entre un módulo y otro y la organización de eventos
específicos como la participación en foros o giras de intercambio.
Como parte de los compromisos, las personas participantes y sus
organizaciones debían contemplar el fortalecimiento de sus prácticas
político organizativas (en términos de apuestas y estrategias), así
como de sus prácticas pedagógico metodológicas (programas de
formación, constitución de equipos o comisiones de educación).
En
cada taller se buscaba la combinación de la teoría con la práctica,
de identificar conceptos como categorías de análisis y
procedimientos que las y los participantes tenían sobre sus
prácticas transformadoras. Se daba importancia a la experiencia y a
la práctica como principal fuente de conocimiento y como factor de
comprobación y experimentación de la teoría.
En
el desarrollo de cada uno de los talleres se buscaba elaborar un
producto pedagógico, entendido como resultado de los aprendizajes
que fueron intencionados y construidos colectivamente. El producto
mínimo de cada taller era la memoria. Pero además se intencionó la
elaboración de otros productos pedagógicos como técnicas,
ejercicios, guías de discusión/reflexión, materiales didácticos y
metodológicos para las y los participantes. En el año 2011, se
decidió que además de las memorias de los eventos, había que
aprovechar las construcciones colectivas que se recuperaban, de tal
manera que como producto de cada módulo, se elaboraron unas
cartillas dentro de la Serie “Escuela Campesina” con los
siguientes contenidos: 1) Para hablar de economía; 2) Clase e
identidad en la organización campesina; 3) Agricultura y lógica de
acumulación capitalista y 4) Luchas campesinas en El Salvador.
Al
final de cada taller se daban indicaciones para la realización de
una tarea de práctica inter-taller. Al respecto, se enfatizó que
estas tareas no se trataban de hacer “réplicas”, es decir, de
copiar mecánicamente el taller en sí (hacer un ‘tallercito’ del
‘tallersote’), sino que las personas asumían responsabilidades
de compartir e implementar lo aprendido en sus contextos de lucha
cotidiana. Se establecieron algunos criterios como:
a)
Las tareas debían estar referidas a la práctica política de la
organización, de las condiciones específicas en las que se
desarrollaba y de las situaciones de su grupo, organización y
contexto territorial.
b)
Tendrían que tener relación con el fortalecimiento de sus programas
formativos, esto es, diseño de un proceso de formación -donde no lo
había-, incorporación de alguno de los contenidos que tuvieran
relación con sus prácticas organizativas, diseño y aplicación de
una guía metodológica y también, elaboración de materiales como
textos, canciones, poemas...
Para
reforzar lo propuesto por la Escuela, en algunas ocasiones se invitó
a desarrollar modalidades complementarias como giras de intercambio
de experiencias entre territorios, participación en foros,
seminarios y en otros procesos formativos desarrollados por las
organizaciones participantes. Esto con la observación de que no
fueran actividades aisladas ni mucho menos fueran retomadas como una
tarea extra asumida de forma burocrática, sino que debían estar
asociadas a la necesidad de la lucha de las organizaciones.
Aunado
a lo anterior, el personal de Funprocoop debía garantizar el
acompañamiento de las personas participantes en los territorios con
el fin de que a futuro se pudieran crear las escuelas locales de
formación en todas las micro regiones para contribuir a los procesos
de -según su momento- la CNTC-Vía Campesina, movimiento
cooperativo, MVEC, MONARES o del Frente Nacional Agropecuario-FNA.
Contenidos
de la Escuela Campesina
Cada
uno de los módulos tenía un contenido específico y articulado con
todo el proceso, aunque con variaciones en los diferentes años y de
acuerdo a las especificidades de cada grupo, en general se
distribuían de la siguiente manera:
Módulo
I) Enfoques económicos en la agricultura. Este
módulo iniciaba con la aplicación del Triple Autodiagnóstico
Participativo como punto de partida, donde se ubicaban prácticas,
concepciones y el contexto, identificando tensiones y contradicciones
y modos de superarlas; explorando la lógica de acumulación
capitalista en el campo, identificando los modelos de producción
agrícola convencionales, el análisis de los megaproyectos de
inversión, el impacto en el campesinado y los desafíos para las
organizaciones del campo y la respuesta de estas frente a ese
contexto.
Módulo
II) Relaciones de poder, cultura e identidad en la organización
campesina. Este módulo se centraba en las relaciones de poder,
en específico las relaciones de género y el modelo patriarcal y
cómo esto tiene implicaciones en la vida de las personas y en las
organizaciones. También se abordaban las relaciones de clase desde
la concepción y análisis de las organizaciones rurales y campesinas
identificando la posición de clase del campesinado en la actualidad,
ubicando los territorios como campos en disputa desde la lucha de
clases; además de rescatar las formas organizativas solidarias que
transforman relaciones de poder y construyen identidades campesinas
inclusivas.
Módulo
III) Modelos educativos y comunicación
en el medio rural. Relacionado a los aportes desde la educación
popular para los procesos de acompañamiento en el medio rural, en
específico desde la experiencia de la Red Alforja. El proceso de
construcción colectiva de aprendizajes con organizaciones rurales y
campesinas; además de aportar a la construcción de propuestas
formativas para las organizaciones. En este módulo se enfatizaba el
componente pedagógico-metodológico para diseñar procesos
socioeducativos desde las organizaciones participantes y la
comunicación de los aprendizajes entre organizaciones aliadas o
semejantes.
Módulo
IV) Estrategias de lucha
campesina
para la Soberanía Alimentaria.
Este
último módulo tenía como propósito la definición de las apuestas
de las organizaciones y su relación con un proyecto de soberanía
alimentaria, así como la definición y abordaje de los componentes
de una estrategia de los movimientos hacia
la construcción de un proyecto político popular.
Se
recuperaban aprendizajes desde la historia de lucha de los
movimientos campesinos en América Latina. En
las últimas ediciones se pretendía aportar a la elaboración y/o
fortalecimiento de las plataformas programáticas de las
organizaciones.
Para
mantener el carácter mesoamericano no sólo desde sus participantes,
en momentos específicos se vinculó a miembros de la Comisión de
Soberanía Alimentaria de la Red Alforja como parte del equipo de
formación, es así que en algunos módulos se invitó a personas de
los centros de Alforja que eran parte de esa comisión -o que se
pretendía que la integraran- a facilitar algunos contenidos, tal fue
el caso de educadores de Serjus y Asecsa de Guatemala, Odesar de
Nicaragua y de organizaciones vinculadas a la Vía Campesina de
Honduras.
Por otra parte, también se refirió a algunas personas que habían
cursado la Escuela Campesina para que participaran en la Escuela
Mesoamericana en Movimiento de la Red Alforja, experiencia que se
realiza desde el año 2008.
Aspectos
organizativos de la Escuela
A
nivel organizativo, Funprocoop definió que la Escuela debía contar
con un cuerpo de trabajo colectivo y coordinado entre si, distribuido
de la siguiente manera:
Coordinación
Político Pedagógica:
Conformada por el equipo de
educación de Funprocoop, la Dirección Ejecutiva y en algún momento
por dirigentes del MVEC. Esta
tenía
a su cargo dar las orientaciones políticas de las escuelas, revisar
el programa general y de los módulos, evaluar los avances y
dificultades encontradas en cada jornada formativa, realizar un
debate para profundizar el aporte de la escuela a los procesos de
lucha de los movimientos. Además, era la encargada de aprobar las
solicitudes de participación previo análisis del responsable de
educación.
Equipo
de educación: Conformada
por educadores
populares
y eventualmente con
participación de personas con especialidad en alguna temática.
En algún momento se llegó a contar con militantes
del MVEC como parte del
equipo permanente de educación.
Era responsable del diseño metodológico del curso y de cada módulo;
realizaba investigación, ordenamiento de materiales de apoyo,
elaboración de materiales didácticos. Realizaba también
una evaluación
participativa del proceso
formativo,
así como las
memorias por cada taller y elaboraba
los productos pedagógicos.
Equipo
de seguimiento territorial: El
equipo de seguimiento territorial era
una propuesta en la que se proyectaba la participación del
equipo técnico
y de
la Comisión
Nacional
de
FUNPROCOOP destacado en cada microregión o
en su momento por referentes
del
MVEC.
Tenía
a su cargo promover la Escuela en
los territorios,
apoyar
en la selección de participantes de acuerdo a criterios y perfiles y
apoyar en terreno a la aplicación de las prácticas intertaller.
A
esta propuesta organizativa, se incluía en cada uno de los módulos
la organización en comisiones
de trabajo
que, según el grupo y la experiencia misma, las personas
participantes se distribuían operativamente
en:
comisión de animación, mística, ruta del taller
(relatoría/memoria),
logística y salud, noticias y diccionario.
Hay
que mencionar
también que para
el funcionamiento de la Escuela, se contaba con
un equipo
de apoyo logístico
destacado
tanto en las oficinas de Funprocoop como en
la GECA que comprendía a la Administración, Asistencia
de Dirección, Recepción,
Cocina, Abastecimiento, Comunicaciones
y Transporte.
Finalmente
hay que hacer
referencia de
que la lógica de la Escuela Campesina pretendía ser una escuela
matriz con proyección nacional y regional de donde se derivaría, en
el caso del MVEC, dos encuentros anuales con educadores/as
del
movimiento para
la profundización pedagógica y metodológica, y
la constitución de escuelas
regionales donde el Movimiento tuviera presencia desde
lo departamental hasta
el nivel municipal. Y a nivel de la Funprocoop, para superar la
dispersión entre varias escuelas, constituir el Programa de
Formación Campesina Cooperativa integrada por la Escuela Campesina,
Escuela de Agroecología y Escuela de Cooperativismo. Programa
que a su vez estuviera integrada a la apuesta de la Escuela
Mesoamericana en Movimiento de la Red Alforja.
La
Escuela Político Pedagógica Campesina se realizó de forma
ininterrumpida entre los años 2006 al 2012, después su
funcionamiento tuvo varios inconvenientes que obligó a que cada año
se fuera modificando de acuerdo a las condiciones institucionales y
coyunturales, a veces con la reducción de la cantidad de módulos, a
veces con la reducción de días presenciales para cada módulo o
ambas. En el año 2020 se intentó reimpulsarla de manera
autogestionada por la Comisión Nacional de Funprocoop, en la que
cada organización interesada aportara recursos para el
financiemiento, justo el año que entró la pandemia por Covid-19 que
obstaculizó esta iniciativa. Aun con ello, Funprocoop continuó
impulsando acciones socioeducativas acompañando en territorio a las
organizaciones cooperativas y campesinas en cada región.
Reflexiones
Expuesto
lo anterior, es tentador compartir algunas reflexiones a modo de
aciertos desde la experiencia descrita:
a)
Apostarle a un sujeto en específico con luchas y prácticas
concretas. Por mucho tiempo, la propuesta formativa de Funprocoop era
llamativa por su enfoque metodológico que animaba la participación
de personal técnico de ONGs que quería aprender el uso de técnicas
participativas como ‘metodología de educación popular’, que
aunque bien intencionadas, descuidaba los aspectos políticos, por lo
que apostarle a sujetos específicos, con prácticas y luchas
concretas en coherencia al trabajo de Funprocoop, permitió que tanto
los debates como las orientaciones políticas aportaran al
fortalecimiento organizativo y formativo de quienes cursaban la
Escuela.
b)
Comprender que la escuela era un aporte al fortalecimiento de las
organizaciones participantes desde una propuesta política y
pedagógica en relación a sus prácticas organizativas y educativas,
por lo que las tareas debían estar relacionadas a su accionar
político concreto,
de tal manera que esta no se consideraran talleres ‘réplicas’
como se ha descrito anteriormente.
c)
Ser una Escuela Campesina dirigida no sólo a personas cuya actividad
principal fuera la producción agrícola, sino que vinculara a un
sujeto más amplio concebido como de ‘trabajadores rurales’; esto
es, personas que realizan sus actividades en contextos rurales que
pueden ser estudiantes, maestros, maestras rurales, trabajadores de
la salud, promotores comunitarios, dirigentes de organizaciones, por
mencionar algunas, pero que fueran militantes de organizaciones con
presencia en el ámbito rural u organizaciones aliadas a ellas.
d)
Articulación de la Escuela Campesina junto con las Escuela de
Cooperativismo y la Escuela Agroecológica en un Sistema de Formación
de la Funprocoop, en el que la Escuela Campesina funcionara como una
“escuela matriz” que proponía contenidos y metodologías
aplicables a las otras escuelas, así como que fungiera como escuela
nacional para el MVEC y que este sistema estuviera articulado a la
apuesta estratégica de la Red Alforja en específico a la Escuela
Mesoamericana y a la Comisión de Soberanía Alimentaria de la Red en
torno a una apuesta común y estratégica desde un enfoque de
educación popular liberadora.
San
Salvador, El Salvador. 26 de marzo de 2023.
Referencias
Bickel,
Ana. (2005). Escuela Sub-regional para una educación transformadora
de la Coordinación Regional de Educación Popular Alforja.
https://redalforja.org.gt/mediateca/2018/01/15/escuela-sub-regional-de-formacion-politico-pedagogica-para-una-educacion-transformadora-de-la-coordinacion-regional-de-educacion-popular-alforja/
Funprocoop.
(2011). Cartillas de formación de la serie Escuela Campesina. (4
cartillas). Fundación Promotora de Cooperativas: San Salvador.
Cartilla
1: Para
hablar de economía.
Cartilla
2: Clase
e identidad campesina.
Cartilla
3: Agricultura
y lógica de acumulación capitalista.
Cartilla
4: Luchas
campesinas en El Salvador.
______.
(varias fechas). Memorias de la Escuela Político Pedagógica
Campesina. Fundación Promotora de Cooperativas: San Salvador.
Tomasino,
Erick. (2012). Las tareas en los procesos de formación política.
Red Alforja: San Salvador.
https://drive.google.com/file/d/1JIcSEAfizcG6IZ0Gcebgqz7YOxuvmDQ7/view
Notas